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bertor78

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Todo se postea por bertor78

  1. bertor78

    Primer arranque de motor reconstruído

    Quería responder a Ravaro su comentario, lleno de conocimiento y buenos consejos. En mi caso, le he dado muchas vueltas al tema del arranque del motor y la preparación. Debo reconocer que mi trabajo ha sido bastante detallado, pero ha habido muchas cosas que no he hecho y sé que habría sido mejor hacerlas. Por ejemplo, en el motor no he rectificado las camisas ni el cigüeñal, ni se han pesado las bielas... En fin, he cambiado muchas cosas y alguna vez pensé en comprar un equipo motor nuevo, pero ya me parecía demasiado gasto. Evidentemente, habría sido lo ideal, pero tenía que poner algún límite para no "fabricar" de nuevo mi Renault 5... Por otro lado, la culata sólo se ha rectificado y limpiado, cuando debería haberla llevado a sustituir los asientos (y ponerlos adaptados a "sin plomo"), poner guías y válvulas nuevas, retenes de válvulas que tengo entendido que pueden adaptarse... Otra locura que preferí no realizar. En el motor, la bomba de aceite puede que sea de las pocas cosas que no he cambiado. Evidentemente, tendrá su desgaste y mejor ponerla nueva, pero de nuevo no lo vi tan necesario. En el aspecto de la refrigeración y el encendido, por ejemplo, sí que no he querido escatimar, por ser circuitos que dan muchos problemas. El tema de poner el motor en un soporte preparado y arrancarlo para ir modificando las revoluciones y tal... En fin. Eso es nivel de otro planeta. Se podría hacer, pero cuando uno al fin termina el motor, lo que está deseando es meterlo en el coche para arrancarlo allí mismo... Y esto es otro tema. El cansancio. Conforme ha ido pasando el tiempo, he notado que me iba agotando cada vez más. Al principio todo me parecía importante, ponía mucha atención en los detalles, le daba mil vueltas a cada paso que daba... Ahora, cuando ya han pasado seis años desde que empecé este trabajo, estoy tan cansado... tan harto... que me conformo casi con cualquier cosa. Al final arranqué el motor como pude. No le hice el rodaje que comenté aquí ni nada parecido. Estuve peleándome para tratar de estabilizar el ralentí y no tenía el circuito de refrigeración purgado. Y como el motor va medianamente bien, no me he preocupado de más. Pero insisto: esto es fruto más del cansancio que de mi manera de ver las cosas. En otro momento o en otras circunstancias, quizás me lo habría tomado de otra manera. Aun así, agradezco estos comentarios y espero que sirvan a otras personas que se animen a restaurar un motor y tengan la motivación de hacer las cosas lo mejor posible.
  2. bertor78

    Restauración de Renault 5 Automatic

    Yo no voy más a Francia a por piezas!!! 🤣🤣
  3. bertor78

    Restauración de Renault 5 Automatic

    Desde hace mucho tiempo, tenía claro que una de las mejores maneras de conseguir piezas para el coche sería viajar a Francia y buscarlas allí, en su país de origen, donde existirían multitud de R5 en desguaces, almacenes con piezas de antiguo stock, aficionados con recambios... Cada año que ha ido pasando durante la restauración, era un año que pensaba que había desaprovechado para encontrar esas piezas, y cada año que pasara, sería más difícil encontrarlas. Así que este año me decidí a viajar en verano, proponiéndome ir a todos los desguaces posibles y buscar piezas de aquí para allá, preguntando y localizando sitios de interés. Pero había un problema: el idioma. Yo me defiendo con el inglés, pero en Francia, y en los los lugares que yo pensaba visitar, lo mejor sería hablar en francés. Y yo no tengo ni idea. Así que tras barajar varias posibilidades, la mejor opción fue que me acompañasen mi hermano y un amigo suyo, profesor de francés. Nos pusimos de acuerdo en las fechas y decidimos ir del 21 al 25 de julio. Tenía pensado alquilar una furgoneta, ya que si encontraba piezas voluminosas interesantes, necesitaba espacio para traérmelas. Pero los precios eran altos y no iba a merecer mucho la pena. La mayoría de piezas que pensaba comprar eran pequeñas, y en mi coche (un Renault Grand Scenic) cabrían bastantes, ya que tiene un maletero voluminoso. Decidí que lo mejor sería ir al sur de Francia, ya que ir más hacia el norte supondrían demasiadas horas de viaje y yo no tenía claro dónde podría encontrar lo que buscaba. Así que busqué un hotel a las afueras de Toulouse y reservé una habitación para tres personas. El día 21 salimos desde mi casa (en Málaga) sobre las 7:45. Atravesamos toda España hasta San Sebastián, entrando a Francia por Irún. Después, aún quedaba un buen trecho hasta llegar a Toulouse. En total, unos 1300 km. Llegamos a las 23:30, después de hacer varias paradas por el camino para ir descansando. El día 22, lo primero que hicimos fue visitar un desguace que teníamos localizado a las afueras de Toulouse (Euro Automobiles). Fue nuestro primer contacto con los desguaces en Francia, y nos dijeron que no tenían nada, y que tampoco sabían de ningún sitio donde encontrar piezas de R5. Después fuimos a otro desguace (Cazenaves), más grande que el anterior, al oeste de Toulouse. Era más moderno y con mostrador, lo cual no daba muchas esperanzas. Y, en efecto, tampoco tenían nada de R5. Decidimos acercarnos a dos concesionarios Renault que había por la zona. En ambos nos recomendaron algún desguace, pero ellos no tenían ni idea de cómo conseguir piezas. Después de comer fuimos a Grauhlet (a 60 km), un pueblo donde vivía un hombre que anunciaba piezas para R5 en Leboncoin (el "milanuncios" de Francia). Hacía un calor terrible y en cuanto vi las piezas que tenía expuestas en el porche de su casa, supe que de allí no iba a llevarme nada... Eran piezas sueltas de un modelo TL o GTL en bastante mal estado. Ni siquiera se había molestado en limpiarlas... Antes de irnos de ese pueblo, nos paramos a preguntar en un taller Renault y nos indicaron un desguace a las afueras. Este desguace sí era de los buenos, con mostrador, pero con una campa llena de coches y donde nos dejaron entrar a echar un vistazo. Lamentablemente, sólo tenían un R5 y estaba en muy mal estado, además de ser primera serie, sin piezas que me interesaran. Después fuimos a Gaillac, a unos 20 km. Allí había un desguace Careco (una cadena de desguaces) en el que tampoco tenían nada. De allí fuimos a Saint Juery, donde había otro desguace que teníamos anotado, pero que cuando llegamos ya había cerrado (tenían horario de verano y cerraban una hora antes de lo que pensábamos). Habíamos llamado por teléfono, pero no lo cogían y pensábamos que era porque estaban ocupados... Sin embargo, frente al desguace había una tienda de recambios en donde nos indicaron cómo llegar a otro desguace en el mismo pueblo. De hecho, llamaron para preguntar y ¡les dijeron que tenían un R5! Allí que fuimos y el tipo que nos esperaba nos comentó que el R5 se vendía completo, no por piezas, en unos 800 o 1000€... El R5 en cuestión era un modelo GTL que no estaba en mal estado, pero tampoco en un estado como para pagar 800€ por él... Además, no tenía nada que me interesase. Alucinó cuando le dijimos que íbamos desde Málaga hasta allí buscando piezas de R5... Le mostré fotos de mi R5 y se sorprendió mucho del trabajo que había hecho. Nos dijo que buscásemos en internet para encontrar desguaces y que preguntásemos en algún foro (nos recomendó un par de ellos). Y con esto nos volvimos a Toulousse. La verdad es que el primer día había sido muy frustrante. Y lo peor es que tenía la sensación de que no íbamos a lograr mucho más. Nos habían comentado que hace unos años hubo una fiebre por estos coches y los coleccionistas se llevaron todo de los desguaces, así que poco podríamos encontrar. Yo tenía la esperanza de encontrar algo por el boca a boca, hablando con la gente, más que yendo a desguaces o mirando por internet. Pero ni siquiera así habíamos encontrado nada. Por la noche, estuvimos buscando más desguaces por internet y pusimos varios mensajes en foros y contactamos por mail con diferentes personas que podrían ayudarnos. Al día siguiente contactamos con un par de personas que se anunciaban en Leboncoin y vendían piezas de R5. Ambos estaban en puntos cercanos a Nimes, así que allá que fuimos (unos 300 km). Primero fuimos a ver a Thierry, en Vauvert. Este hombre vivía en una casa en el campo y allí tenía unos cuantos R5. Era como tener un desguace en casa. Estaban en bastante mal estado, aunque uno de ellos lo había estado utilizando hasta hace poco. Aunque la joya de la corona la tenía guardada en una cochera: un R5 Alpine con asientos de R5 TS primera serie (mis favoritos). Decía que tenía la bomba de gasolina rota o algo así y se notaba que hacía mucho que no lo cogía. Una pena. Personalmente, creo que acabará vendiéndolo. A pesar de que no había mucho donde rascar, encontré algunas cosas que podrían interesarme y las estuvimos desmontando: tapones de los amortiguadores traseros, rejillas traseras y una luneta térmica. Además, vi que uno de los R5 tenía la rejilla de plástico que va situada en el capó. Intenté sacarla, pero no era fácil. De hecho, Thierry me dijo que no era posible desmontarla sin romper el capó (separando las dos planchas que lo forman). Aun así, me ayudó y acabó cortando el capó para recuperarla... Pero ¿cómo iba yo a montarla en mi coche? Bueno, eso ya se verá. También había una radio de la época en uno de los coches y le dije que me interesaba. Le pregunté si funcionaba, y me dijo que ni siquiera sabía que estaba esa radio allí... Yo pensaba llevármela y comprobarlo por mí mismo, pero él me dijo que podría probarla y cogió una batería, peló los cables de conexión y se puso a probar... Hasta que aquello empezó a echar humo (provocó un cortocircuito) y dijo que estaba rota... Se la acababa de cargar. Me dió una rabia tremenda, ya que encontrar radios de esa época no es fácil y la rompió por no saber cómo conectarla correctamente. Yo tampoco habría sabido, pero seguro que no habría probado a lo loco como él hizo. A la hora de pagarle, me llevé una desagradable sorpresa. Me pedía 80€ por todo lo que me llevaba. Lo que tenía más valor era la luneta. El resto, estaba viejo y eran piezas pequeñas. Aun así, cuando le mostré mi desacuerdo, se justificó y no rebajó nada el precio, así que le pagué y cargamos las cosas en el coche. Sin embargo, cuando miré la luneta a la luz del sol, comprobé que la resistencia estaba deteriorada, así que no me la quedé y me devolvió 40€. Aun así, 40€ por cuatro piezas de plástico viejas... No sé, me fui con la sensación de haber sido estafado en cierto modo, aunque es verdad que nos ayudó y estuvo con nosotros más de una hora atendiéndonos. Después de aquello yo estaba que me arrastraba por el suelo, muy desanimado. Todo aquello me empezaba a parecer una soberana estupidez. Aunque, por otro lado, si no hubiese ido, nunca habría descubierto que realmente no hay piezas de R5 en Francia. Por la tarde, fuimos a ver a Philippe, un hombre que decía tener piezas de R5. Lo habíamos localizado por Leboncoin y habíamos intentado contactar con él sin suerte, ya que el teléfono siempre estaba apagado. Sin embargo, descubrí otro anuncio en Leboncoin que me pareció similar y en él había otro número de teléfono. De este modo, al fin contactamos con él y fuimos a verle. Hacía un calor horroroso. Se trataba de un recinto donde había muchas pequeñas naves industriales y en una de ellas estaba Philippe. Cuando entramos, descubrí varios R5 en proceso de restauración completa. Al parecer, se dedicaba a restaurar R5 y ése era su lugar de trabajo. Como ya había podido intuir por las fotos del anuncio, allí había multitud de piezas de recambio para R5. Si hubiese ido hace tiempo, muchas piezas que he comprado las habría podido conseguir allí, seguramente de mejor calidad e incluso originales. Había cajas por todas partes: La pieza que más me llamó la atención fue un aislante de capó original y completamente nuevo... Esta pieza es imposible de conseguir hoy en día, y todos los R5 la tienen muy deteriorada si es que aún la conservan. Nos dijo que la tenía reservada para un amigo... La cuestión es que fui preguntando por piezas y él se quedaba pensando, iba a algún rincón y me la traía. Evidentemente, hubo cosas que no tenía, pero la verdad es que conseguí un buen puñado de piezas. Plafones de luces interiores: No son el modelo de mi coche, el que tiene todo el cristal con cuadraditos, pero al menos eran muy nuevos. De hecho, tenía varios de los que yo buscaba, pero son tan frágiles que estaban rotos. Y es que ese modelo, por su funcionamiento, es casi imposible que no se rompa, pues tiene unas patillas de plástico que se parten al bascular varias veces el cristal. Luneta térmica: Parecía estar en bastante buen estado. Me enseñó dos, pero una de ellas tenía un conector eléctrico diferente al de mi coche, así que me decanté por la que tenía el conector similar para no tener que modificarlo. Paños de puerta: No tenía el juego completo y no eran nuevos, pero eran del mismo color que los de mi coche y me podrían venir bien para sustituir alguno mío que estuviese en peor estado. Tapones de bisagras de portón trasero: No eran nuevos, no tenían el mismo color... pero podrían pintarse y servir para sustituir los que tengo, ya que al menos no tenían rotas las patillas de sujeción. Tapón de hueco de antena: Nuevo, o en bastante buen estado. El mío se quedó muy deteriorado al desmontarlo y éste tenía todas las patillas en perfecto estado. Antena: No es que me convenciese mucho, pero me la llevé por si acaso no encuentro otra similar de la época. Tubos de aireadores de salpicadero: Se los quitó a un salpicadero color beige en muy buen estado que me quedé con ganas de llevarme, pero como se supone que el mío ha quedado bien, no quise llevármelo (me estoy arrepintiendo). Parasol: Nuevo. Sólo tenía el del lado conductor, pero al menos eso que me llevaba. Incluso creo que no es igual que los originales de mi coche, pero merecía la pena llevárselo. Embellecedor paragolpes trasero: Esto fue una locura, ya que lo desmontamos de un paragolpes (por no llevármelo completo) y no fue nada fácil. Pero lo logramos y ya veré cómo lo restauro y lo vuelvo a montar... También me ofreció unos plásticos interiores traseros, pero no me convencieron porque no eran iguales a los míos ni eran nuevos. También le estuve pidiendo otras piezas que llevaba apuntadas, pero no las tenía. A la hora de pagar, miedo me daba lo que me fuese a pedir, ya que después de ver los precios de Thierry, y tratándose de piezas tan raras de encontrar... Pues el bueno de Philippe me pidió 60€ por todo. Increíble. Estoy seguro de que, aparte de ser buena persona, empatizó con nosotros y comprendió el esfuerzo que estábamos haciendo para hacernos con un puñado de piezas. Pero el remate fue que cuando cargamos las piezas en el maletero, me dijo que me llevase la otra luneta térmica, la que tenía el conector diferente, por si acaso la que me llevaba estaba mal... Impresionante. Con esto, ya podía dar por amortizado el viaje, aunque seguía teniendo interés en encontrar otras piezas (que a estas alturas daba por imposible) y algo que también merecería la pena: unos asientos de R5 TS de primera generación. El día 24 decidimos ir hacia la zona contraria de Francia: Burdeos (245 km). Se trataba de buscar desguaces por la zona y, como siempre, preguntar y ver si así localizábamos algo interesante. Esta vez llamábamos a los desguaces antes de ir, para descartarlos si no tenían nada. De todos modos, nunca iba mal presentarse para, de paso, preguntar en persona y poder obtener más información. Estuvimos en las afueras de Burdeos, en Villenave d'Ornon. Preguntamos en un concesionario Renault y nos indicaron dos desguaces donde preguntar. El primer desguace estaba en Bouliac, y no tenían nada. El otro estaba cerca, en Tresses, y tampoco tenían nada. Pero muy cerca de éste último, en Yvrac, había un taller que me llamó la atención y paramos a preguntar. El dueño, un señor mayor con aspecto de mecánico de toda la vida (camisa abierta y puro en la boca), nos atendió muy amablemente, haciendo varias llamadas e indicándonos un par de sitios donde acudir a buscar piezas. Tenía una pequeña libreta llena de teléfonos que debe valer su peso en oro. Estaba claro que debía tener buenos contactos porque se dedicaba a la restauración de coches. De hecho, en el taller había un Renault 4/4 en proceso de restauración. Por cierto, este señor se llamaba Francisco Maneiro. Nos dirigimos a Eysines, a un desguace de la cadena Careco, sin resultado positivo. Francisco nos había recomendado ir a un desguace en Audenge (50 km). Estuvimos llamando, pero no cogían el teléfono, así que nos dirigimos hacia allí de todos modos. No teníamos otra cosa que hacer... Sin embargo, cuando estábamos llegando, al fin contestaron al teléfono y nos dijeron que no tenían nada... Decidimos volver a Toulouse, pero de camino llamamos a un hombre que tenía en venta en Leboncoin un manual de guantera de R5. Yo tenía mucho interés en adquirir el manual de guantera del R5 automático, pero del modelo mío, no del automático con motor 1300cc. En este caso, el manual era el correcto, así que decidimos ir a comprárselo. Estaba en Rieux-Volvestre, 50 km al sur de Toulouse. Existe un manual para las versiones TL, GTL, TS, Automatic 1300 y Société. Tiene la portada en color gris y pertenece a los R5 de primera serie. También existe este otro manual para la segunda serie de R5, incluyendo las versiones TX y Automatic (el mío), y que sólo se editó en francés. Este señor resultó ser un profesor de Historia jubilado muy agradable que estuvo charlando amigablemente con nosotros (bueno, con el amigo de mi hermano) un buen rato. El manual estaba en bastante buen estado. Pertenecía al R5 de su padre, que era versión TL. Esa noche, por ser la última, cenamos en Courtepaille Balma, un restaurante en condiciones. El viaje de vuelta a casa fue un poco accidentado, ya que nada más salir de Toulouse (sobre las 7:15), nos equivocamos, y perdimos una hora... El resto del viaje fue similar al de ida. Me habría gustado parar en desguaces La Torre, el mayor desguace de España que está entre Madrid y Toledo. Llamamos para preguntar por los asientos de TS, pero no tenían. Así que como no íbamos sobrados de tiempo, decidimos no desviarnos para entrar a verlo. Llegamos a mi casa a las 0:30 (podríamos haber llegado una hora antes de no haber sido por la equivocación al salir de Toulouse). En total, recorrimos 4.400 km, una odisea que quizás no ha sido tan productiva como esperaba, pero al menos ha sido toda una experiencia que no olvidaremos fácilmente.
  4. bertor78

    Restauración de Renault 5 Automatic

    En primavera, me decidí a solucionar los papeles del coche. Y es que aún no estaba a mi nombre, algo que todo el mundo me decía que debía solucionar cuanto antes, que menudo problemón estar restaurando un coche que no es mío... Bueno, yo suponía que no habría ningún problema, pues la dueña es de mi total confianza, aunque hacía años que no tenía contacto con ella... De hecho, no tenía ni su teléfono... Pero es que yo tenía entendido que para cambiar el titular del coche, éste debía ser dado de alta, y para ello tenía que pasar la ITV (yendo en grúa, pues no tiene permiso de circulación), por lo que lo primero era terminar el coche. Pero no es así. Me descargué varios documentos necesarios para el cambio de titularidad, el pago de tasas, etc. También necesitaría una autorización de la dueña del coche para realizar los trámites en su nombre (que ya le pedí hace años). Yo pensaba realizar el papelelo en la oficina de tráfico de Huelva, por cercanía, así que solicité la correspondiente cita previa (sin ella, no te atienden). Pero como el coche se dio de baja temporal en Málaga, me recomendaron ir a esa oficina mejor. Como iba a Málaga en Semana Santa, cancelé la de Huelva e intenté solicitarla en Málaga, pero ya no había citas disponibles... Tendría que posponerlo al verano, cuando volvería de nuevo a Málaga. Un amigo, con experiencia en estos trámites, me dijo que lo primero que tendría que hacer era dar de alta el vehículo, ya que no se puede cambiar de nombre un vehículo de baja. Y para cambiar de nombre el coche hace falta el DNI ORIGINAL del actual dueño. No vale una fotocopia, ni siquiera compulsada, ni siquiera con una autorización. Tiene que ser el DNI físico del dueño. Así que tendría que contactar con la dueña y pedírselo, o pedirle que me acompañase a realizar el trámite. Pude localizar su teléfono y me puse en contacto con ella para concretar una fecha en la que ir juntos a Tráfico. Tendría que solicitar con suficiente antelación la cita para no te. Habría que presentar físicamente el DNI del propietario antiguo y el nuevo, rellenar el impreso correspondiente y pagar las tasas (allí mismo). Una vez dado de alta, entonces se puede cambiar la titularidad del vehículo. Para ello, hay que pagar el impuesto sobre transmisiones patrimoniales, rellenar el impreso correspondiente y pagar las tasas (allí mismo). Me quedaba la duda de si necesitaría la ficha técnica, ya que no la tengo y no entiendo el porqué. Yo siempre había pensado que estaba en tráfico, pero me han insistido en que se quedan el permiso de circulación, y no la ficha técnica. Es algo extraño que no esté entre los papeles que tengo del coche (recibos de seguro, recibos de IVTM, resguardos de cambio de titular y baja temporal...). Yo tengo la convicción de que se la quedaron en Tráfico, junto con el permiso de circulación. De ser así, me la deberían devolver al darlo de alta. Desde casa, pagué telemáticamente el impuesto sobre transmisiones. También imprimí y rellené los impresos de alta y cambio de titular. Al fin llegó el día de la cita en tráfico (ya en el mes de julio). Recogí a la dueña del coche en su casa, en Málaga, y fuimos a la jefatura de tráfico de Málaga. Nada más llegar, fui a una de las máquinas que expenden un número para ser llamado a una de las ventanillas. Introduje mis datos, pero aparecía un mensaje de "hora de cita excedida" o algo parecido... Ya empecé a ponerme nervioso. Probé en la otra máquina que había al lado y apareció el mismo mensaje. La dueña me preguntó si no me habría equivocado de día... ¿Cómo iba a ser eso? Pero ya dudaba hasta de mí mismo. Consulté la cita por internet y, efectivamente, era para el día 4 de julio a las 11:30. Como habíamos llegado con bastante antelación (sobre las 10:40), pensé que podría ser demasiado pronto para obtener número. Pasadas las 11:00, volví a intentarlo. Y esta vez sí apareció mi ticket impreso: U191. Estuvimos esperando un buen rato (se supone que mi cita era para las 11:30), y a eso de las 11:40 apareció mi número en pantalla. Ventanilla 3. Entregué la documentación que llevaba preparada y nuestros DNIs. Y no hubo ningún problema. Pagué las tasas correspondientes a ambos trámites (alta y cambio de nombre) y me entregaron un nuevo permiso de circulación del coche, pero esta vez a mi nombre. Pregunté por la documentación original y me dijeron que los documentos se destruyen pasados 6 años, así que dudaba que hubiese nada de ese coche. Además, me dijo que la ficha técnica no se la quedan... Ya había escuchado eso un montón de veces y, sin embargo, no hay ni rastro de la ficha técnica del coche y estoy casi seguro de que se la quedaron. Lo importante es que el coche ya estaba a mi nombre y ahora tocará terminarlo, pasar la ITV y solucionar lo de la ficha técnica. Otro gran paso adelante.
  5. bertor78

    Restauración de Renault 5 Automatic

    Hola "el_clasico": La verdad es que yo creo que la labor de la válvula es la que yo explico. Cuando está cerrada (en frío), la tapa está en posición de permitir la entrada de aire desde la zona del colector de escape (gracias a un tubo metálico que sirve de conducto). Esto favorece el funcionamiento en frío. Hablamos de época de invierno, cuando estos motores adolecen problemas de calentamiento. Ese aire más caliente, ayuda en ese momento. Cuando el motor va alcanzando temperatura de funcionamiento, la válvula reacciona a ese calor y se abre, colocando la tapa de manera que la entrada de aire sea de la zona frontal del vano motor, ya que entonces no hace falta aire caliente, pues el motor está en su temperatura óptima de funcionamiento. Además, el aire caliente es perjudicial para el rendimiento del motor (se reduce la densidad de aire y el llenado de los cilindros es peor), de ahí los "intercooler" en los motores con turbo. Creo que este sistema se denomina "sistema de admisión calefactado", pero que alguien más experto me corrija.
  6. bertor78

    Restauración de Renault 5 Automatic

    Una de las últimas piezas que quedaban por restaurar del vano motor eran las correspondientes al circuito de admisión de aire: carcasa del filtro de aire, tubo flexible y cobra de entrada al carburador. Lo primero fue separarlas: La tapa de la carcasa del filtro ya la cepillé un poco hace tiempo: En el interior de la carcasa, puede verse el mecanismo termostático: Tirando de la tapa del lado contrario, sale el conjunto: Separé los dos tubos de entrada de aire: El codo de plástico con tubo flexible metálico corresponde a la entrada de aire caliente (procedente de la zona del tubo de escape) y el otro codo de plástico corresponde a la entrada de aire a temperatura ambiente. En el interior de la caja puede verse una trampilla: Esta trampilla es accionada por un mecanismo con resorte, que se dilata o contrae por la acción de una sonda de temperatura: Desmonté el muelle y saqué la sonda: La sonda tiene en su extremo una pieza de acero que pude introducir presionando con un destornillador. Supongo que en el interior habrá una cera que reacciona con el calor y se dilata o contrae, empujando o recogiendo dicha pieza: Esto hace que el mecanismo venza al muelle y se abra o cierre la trampilla. Cuando la temperatura exterior es baja, la trampilla se mantiene cerrada, y el aire que entra procede de la zona del escape (más caliente). A medida que la temperatura ambiente aumenta, el mecanismo va abriendo la trampilla, hasta que la trampilla se abre completamente y no dejará pasar aire procedente de la zona de escape. Descubrí que en la tapa de acceso al filtro de aire había una junta y la retiré: Rasqué algo de pintura de la carcasa: La carcasa del filtro va apoyada en un soporte que atraviesa todo el vano motor: Desmonté los topes de goma donde apoya la carcasa (faltaba uno): La pieza que soporta una grapa de sujeción del manguito hacia el depósito de expansión: Las piezas de anclaje en uno de los extremos: Es curioso que lleva una pieza de goma y un casquillo para atravesar el orificio del soporte, y no un simple tornillo con arandelas y tuerca. Desmonté un soporte que había en el lateral y que no sé exactamente dónde va sujeto (también tenía su pieza de goma y casquillo): Me llevé las piezas metálicas grandes para quitarles la pintura con decapante: Quité bastante pintura, pero aún quedaba darles un buen repaso. Con el cepillo metálico (que rescatamos después de que vaciasen todo el taller), estuve limpiando las piezas a las que apliqué decapante. De este modo, retiré restos de pintura y también el óxido de la superficie de las piezas: La tapa quedó muy bien. El soporte quedó bastante limpio, aunque hubo zonas a las que no podía acceder y tendría que limpiar de otro modo. Y respecto a la carcasa del filtro de aire, sólo limpié una cuarta parte. Otro día terminé de limpiar la carcasa del filtro de aire. Me llevó bastante tiempo, pero quedó bastante bien: También la limpié por dentro con papel, para retirar restos de aceite: Desmonté la caja con la mariposa de paso de aire caliente de una de las tapas de la carcasa del filtro de aire, donde va sujeta mediante remaches. Con ayuda de la "dremel", rompí los remaches: Limpié con cepillo metálico las diferentes piezas de metal de todo el conjunto: También realicé una primera limpieza de las piezas de plástico: Pinté las piezas de metal con pintura de zinc: Terminé de limpiar el soporte con el taladro y cepillo metálico, la "dremel", cepillos de mano: Como no pude retirar todo el óxido, apliqué convertidor de óxido. También a la zona de alojamiento de la junta tórica de una de las tapas: Realicé una limpieza más profunda de las piezas de plástico: No quedaron perfectamente. Tendría que pensar una manera de renovarlas. La tapa que sujeta la caja de la mariposa también tenía óxido. Rasqué con un destornillador parte de la pintura: Y apliqué decapante: Pinte con spray negro brillante la tapa del otro lado por la cara interior: Me quedó con un acabado bastante bueno. Utilicé un spray que he comprado nuevo, diferente al que utilizaba antes y que aplica mucha pintura. Éste pulveriza mucho más y se controla mejor la cantidad de pintura en cada mano. La pieza que va del soporte al radiador, al no tener óxido, simplemente la repasé con estropajo para matizarla y la pinté con la misma pintura para mejorar su aspecto: Más adelante pinté la otra cara. También pinté el borde exterior de la tapa de la carcasa: Como sabía que se iba a pulverizar pintura, he preferido pintarlo con la cara interior hacia arriba. De este modo, ha quedado pulverizada la cara que no se ve: Después pinté la cara exterior: Respecto a la otra tapa, tenía que descubrir todas las zonas oxidadas, así que retiré parte de la pintura con decapante: Eliminé algo de óxido superficial con taladro y cepillo metálico, así como con estropajo verde. Apliqué convertidor de óxido: Tras secarse el convertidor de óxido, repasé la superficie con estropajo verde para matizar y eliminar grumos en las zonas donde se acumula mucho convertidor. Después, limpié con disolvente. Pinté la zona interior, pero esta vez utilicé spray negro anticorrosión, ya que me estaba quedando sin spray negro brillo (compré un sólo bote para probarlo). La pintura anticorrosión también es de acabado brillante, pero se trabaja peor porque pulveriza demasiada cantidad de pintura. Pero al ser una zona que no se ve, no había problema si quedaba con peor acabado: La carcasa del filtro había quedado perfecta para pintar por el exterior, pero en el interior también había óxido. Apliqué decapante: Repasé con estropajo y limpié restos: Apliqué convertidor de óxido y pinté con pintura anticorrosión: El soporte de la carcasa quise pintarlo en dos etapas. Primero pintaría la zona donde va apoyada la carcasa. Repasé con estropajo el convertidor que había aplicado y limpié con disolvente. Pinté con pintura anticorrosión: Al día siguiente pinté la cara exterior de la segunda tapa de la carcasa del filtro, la que lleva la entrada de aire: La verdad es que ha quedado regular, ya que tenía grumos del convertidor de óxido y debía haberlos lijado. Al menos ha quedado bastante lisa la pintura, sin pulverizar. Como en esta tapa va montada la caja de entrada de aire, tampoco se verán mucho los defectos. También pinté la barra del soporte de la carcasa del filtro, pero sólo por el lado inferior: Tapé la parte que ya había pintado para evitar que le cayese pintura pulverizada. Pinté la barra del soporte por el lado que quedará a la vista, sacrificando la parte que pinté el día anterior, ya que algo de pintura pulverizada iba a recibir: Limpié más detalladamente la caja de entrada de aire y la repasé con disolvente: La pinté con spray negro satinado: También pinté los dos codos de entrada de aire: Entonces decidí atreverme a pintar la carcasa del filtro. Era una pieza que no me atrevía a pintar, ya que es grande y tiene forma curvada, por lo que las probabilidades de que quedase mal, eran altas. Y se trata de una de las piezas que más se ve al abrir el capó... Pero estaba claro que había que pintarla, así que la limpié con disolvente y me puse manos a la obra: Primero utilicé el spray de pintura negra brillante que había utilizado en las tapas. Había reservado esa pintura para la carcasa, pero no fue suficiente. Al cabo de un par de capas, el spray se vació. Así que tuve que improvisar y terminé el trabajo con pintura negra brillante anticorrosión, la que se aplica con más dificultad para trabajos finos. Y el resultado no fue bueno. Por más que iba dando capas, la superficie quedaba pulverizada. No sé si era por la pintura o por la forma curva de la superficie. En las fotos no se aprecia, pero no quedó bien. Tendré que lijar y volver a darle otra capa de acabado. Por último, limpié la "cobra" y la pinté en negro satinado: Quedó demasiado brillante para mi gusto, no sé si porque tenía mucha pintura o porque tenía que secar. Al día siguiente, pude ver más detenidamente cómo habían quedado las piezas: En la carcasa puede apreciarse mejor el pulverizado de la superficie. Los codos y la "cobra" quedaron más brillantes de lo esperado, pero no me disgusta. La caja de entrada de aire quedó con un acabado muy bueno. El soporte también quedó bastante bien. Incluso la parte lisa quedó sin pulverizar. Lástima que no quede a la vista... Para montar todo el conjunto, lo primero que debía hacer era volver a montar la caja de entrada de aire en la tapa correspondiente. Se supone que iba sujeta con remaches, pero el espacio existente no me permitía utilizar la remachadora. Así que decidí utilizar tornillos pequeños con tuercas. Sin embargo, al ser los tornillos que encontré más pequeños que los orificios de la tapa, en vez de taladrar y agrandarlos, los rosqué haciendo fuerza y logré hacerle rosca a los orificios, por lo que no me hizo falta ponerles tuerca: Utilicé un par de tornillos que quedaron bastante dañados al emplearlos a modo de machos de roscar: Después coloqué cuatro tornillos nuevos para sujetar la caja definitivamente: Monté las piezas de la válvula termostática: Monté los dos codos en la caja: Y el filtro de aire nuevo en el interior de la carcasa: Con su tapa: En el soporte, coloqué los casquillos con goma y la tornillería de sujeción que preparé en su momento: Presenté el conjunto ya montado en el soporte para ver el resultado: La verdad es que si no fuese por el pulverizado en la carcasa, el resultado es muy bueno. También preparé una junta de goma para proteger el apoyo del soporte en el vano motor: Respecto a la válvula termostática, tenía mis dudas respecto a su estado. Quise comprobarla, ya que tiene un tetón que estaba a ras y que yo introduje un poco con un destornillador. Y no había vuelto a salir. Supuse que tendría que alcanzar más temperatura para que saliese (en teoría hay cera en el interior que se dilata o contrae con el calor y el frío), pero dejándola al sol no logré nada. Intenté buscarla nueva para cambiarla, pero no la encontré. Sin embargo, encontré esto: Resulta que los termostatos llevan una válvula similar, por lo que puede que una de estas válvulas sirva para sustituir la original. De todas formas, si es así, esta válvula debe actuar a partir de una temperatura bastante alta (unos 80ºC), así que es imposible que pudiese verla actuar calentándola al sol. Debo calentarla mucho más y determinar si actúa correctamente. De no ser así, puede que me sirva la de un termostato. Llegó la junta tórica que compré para la tapa del filtro de aire, según las medidas de la original (diámetro interior 148mm y grosor 6mm): La comparé con la original y parece que era igual: La monté en la tapa y encajaba bastante bien. No quedaba sujeta, pero supongo que es porque la antigua ya estaba deformada. Al apretar la tapa, la junta hará su función para evitar entrada de aire: Me llevé la válvula a casa para calentarla a mayor temperatura y ver si actuaba correctamente: La introduje en un cazo con agua que calenté hasta ponerla a hervir. Esto supone una temperatura cercana a 100ºC, así que la válvula debería abrirse. Sin embargo, la saqué y seguía igual, con el vástago en el interior. La golpeé para intentar liberarlo, pero no hubo manera. Definitivamente, la válvula estaba mal. Compré un termostato para desmontar la válvula y probar si puede sustituir a la original. Eso sí, lo compré de apertura a 83ºC, que es el mismo valor que aparece en la válvula termostática original: En la foto se ve la válvula original algo "chamuscada" debido a que hice una última prueba que fue calentarla con un mechero para ver si el vástago se desplazaba. Pero no logré nada. Corté la sujeción de la válvula en el termostato con unas tenazas: Entonces me di cuenta de que no iba apoyada en el aro, sino metida a presión. Así que me ayudé de un tornillo de banco para sujetarla y utilicé la "dremel" para cortarlo, procurando dañarla lo menos posible: Entonces pude sacar la válvula: Al compararla con la original, se veían ciertas diferencias, pero en general, eran casi iguales: Coloqué la nueva válvula en su lugar, pero me di cuenta de un problema: Resulta que con todo el conjunto montado y en reposo, la trampilla quedaba algo abierta. Se supone que debería quedar completamente cerrada hacia ese lado (entrada de aire a temperatura ambiente), de manera que sólo entrase aire procedente del lado contrario (entrada de aire de zona de escape). Si cerraba manualmente la trampilla: Se puede apreciar que existía un juego entre el eje que mueve la trampilla y el tope que ejerce la tuerca. Ya quise en su momento desmontar esa tuerca, pero no era sencillo. Ahora tenía que apretarla para reajustar el tope y que la trampilla quedase cerrada en reposo. La tuerca va roscada en un espárrago que va unido a la pieza de plástico. Al ser cilíndrica, si se intenta girar la tuerca, arrastra al espárrago y la pieza de plástico gira dentro de la otra: Sin embargo, la pieza de plástico que va solidaria al espárrago tiene una muesca con forma de medio círculo que podría servir para sujetarla y que el espárrago no gire: Se me ocurrió meter un destornillador hasta que quedó encajado y con él sujeté la pieza de plástico mientras que con una llave fija de 10mm giraba la tuerca. Tras aplicar aflojalotodo y con mucho cuidado (y miedo de partir la pieza de plástico), logré girar la tuerca varias vueltas: Y la trampilla quedó cerrada: Me llevé el conjunto montado a casa y con un secador, simulé la alta temperatura procedente de la zona de escape sobre la válvula termostática. Al cabo de un par de minutos (ya estaba empezando a perder la esperanza), vi cómo la trampilla se estaba abriendo: Efectivamente, la válvula había empujado el vástago hacia fuera, haciendo palanca y provocando que la trampilla se abriese: Así que puede decirse que el mecanismo estaba reparado.
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    Como ya podía cerrar todas las puertas, el maletero e incluso el capó, decidí sacar el coche para probarlo fuera, pero sin las restricciones que tuve la primera vez que lo saqué (puertas y maletero se abrían en cuanto había algún bache o el coche tomaba una curva). Retiré todos los plásticos de protección (a partir de ahora lo protegeré con una funda que he comprado): Desplazamiento hasta la puerta del taller: Salida del taller: Vuelta al taller: Observé que había restos de polvo negro sobre la caja de cambios y resultó ser que la correa de la bomba de agua rozaba ligeramente en el borde de la carcasa de la caja de cambios: Estuve analizando la situación y parece que el roce es mínimo, ya que la correa no está dañada. Quizás tensándola un poco más dejaría de rozar. Debido a las obras que se iban a realizar, ya no podía dejar más el R5 en el taller. Alquilé una plaza de aparcamiento en el pueblo para dejarlo allí durante la obra. Este parking no estaba muy lejos del taller, por lo que podría llevarlo en marcha sin llamar mucho la atención. Me quedaba por montar el bombín de la puerta delantera izquierda. Tenía que pasar la palanca del bombín antiguo al nuevo: Retiré el pasador y monté la palanca en el bombín nuevo. Me sucedió lo mismo que en el otro bombín, y el pasador no entró hasta el fondo. Daba igual. Lo dejaría así porque la palanca queda suficientemente sujeta: Lo monté en la puerta con su correspondiente chapa de sujeción: Con esto, ya quedaba el coche listo para poder llevarlo al aparcamiento y dejarlo allí desde mayo hasta septiembre (tiempo durante el cual el taller estaría en obras y también habría que volver a colocarlo todo). Esperé a que fuesen las tres de la tarde para que no hubiese apenas gente por la calle ni tráfico. Fue tan sencillo como yo esperaba. Saqué el coche del taller y después lo saqué del recinto del instituto: Recorrí la calle hasta la carretera que atraviesa el pueblo: Recorrí unos 200 metros hasta llegar al lugar donde está la entrada al aparcamiento: Entré a pie para encender las luces del parking (no se encienden al abrirse la puerta) y metí el coche en la plaza correspondiente: Maniobré varias veces hasta dejarlo lo mejor posible: Le pusimos la funda que compré: Y allí se quedaría tres o cuatro meses...
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    Había bastantes zonas con restos de pegamento de las cintas que se han ido pegando para sujetar elementos de protección de la carrocería. Al quitar la cinta, hay que retirar esos restos y yo solía utilizar disolvente. Me recomendaron que utilizase alcohol, ya que la pintura está diluída con disolvente y se daña. Sin embargo, con el alcohol no se le hace ningún daño. Y así era. Con alcohol podía insistir en una determinada zona sin riesgo a llevarme la pintura: En la luna delantera, había una franja de pegamento bastante grande: Intenté retirar el pegamento con alcohol, pero no salía. Así que le di con pulimento y logré eliminarlo. En la aleta, también había restos de pegamento que, igualmente, retiré con pulimento: Coloqué la pegatina del código de color nueva en el vano motor: Y también la de recomendación de aceite Elf:
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    Necesité ayuda para montar el paragolpes delantero. Sin embargo, no lográbamos que los tornillos roscasen en su lugar. Parecía como si las piezas de apoyo intermedio estorbasen, así que les dimos la vuelta: Lo volvimos a intentar, pero tampoco quedó bien. Seguían estorbando las mismas piezas, y el paragolpes no podía ir a su sitio: Por cierto, utilicé tornillos de cabeza hexagonal provisionalmente, ya que los que compré nuevos no estaban pintados aún. Tras buscar fotos del desmontaje, descubrí que me faltaban unas piezas por colocar: Se trataba de las chapas que van en la parte superior de los soportes laterales. Estas chapas hacen que el paragolpes salga un poco hacia fuera y pueda salvar las piezas de tope intermedias, que realmente van montadas como yo las tenía en principio. Desmontamos el paragolpes y, en vez de atornillarlo a los soportes montados en el coche, montamos los soportes en el paragolpes y atornillamos el conjunto del paragolpes y los soportes al coche. Costó un poco lograr que todos los tornillos entrasen en su lugar, pero finalmente el paragolpes quedó bien montado: No era necesario, pero quise montar los faros para tapar el hueco en esa zona del vano motor. Coloqué dos lámparas R2 que había en el taller provisionalmente. Para montar los faros, hay que introducirlos con cuidado, de manera que encaje primero uno de los laterales y luego el otro. Después se fijan con el enganche correspondiente: Me quedó pendiente regularlos, ya que se observa a simple vista que el faro derecho está inclinado. Una cosa que no me gustó es que un faro (el derecho) tiene la silicona de sellado del cristal amarillenta, mientras que el otro (el izquierdo) la tiene perfectamente blanca... Una pena.
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    Como ya tenía las tuercas limpias y pintadas, podía montar el cierre del capó, que comparado con el viejo, se nota la diferencia: Al montarlo, me equivoqué de posición, pensando que la pieza metálica iba hacia arriba: Me comentaron que no parecía lógico que fuese montado así... Y tenían toda la razón. Va al revés: Estuve repasando los topes originales del capó (ya comenté que los que compré estaban en peor estado): Y los monté en su lugar: Si quería llevarme el coche a un parking, tendría que dejarlo cerrado. Y eso, además de incluir las puertas, también incluye al capó, que debe tapar el motor y dejarlo protegido. Para montar el capó, necesitaba montar el resbalón de cierre, así como las bisagras. Decidí montar las bisagras tal cual estaban: Deberían ir pintadas en el color de la carrocería, pero no me di cuenta en su momento. De todas formas, las pintaré en negro y no deben quedar mal. Otro detalle a tener en cuenta era la varilla de sujeción del capó. También tendría que montarla. Así que limpié con cepillo metálico las piezas del resbalón y de la varilla de sujeción: La chapa donde gira la varilla estaba bastante deformada, así que estuve intentando dejarla algo mejor: Pinté las piezas con spray de zinc: Para montar la chapa en el capó, lo apoyé boca arriba sobre un trozo de espuma que puse en una mesa, para evitar arañarlo: Aun así, se arañó. El capó tenía mucho polvo y no lo limpié antes de apoyarlo. El propio polvo hizo de lija a pesar de estar sobre la espuma... Fallo de novato. En primer lugar, monté el resbalón: La chapa va sujeta mediante remaches. Seleccioné unos de pequeño tamaño: El problema es que hay que remachar la chapa con la varilla colocada en el hueco y, además, uno de los remaches también sujeta el cable limitador de apertura: Los remaches pequeños no cogían, así que busqué unos algo mayores: Recuperé la grapa de sujeción de la varilla, la limpié con cepillo metálico y la monté: Y la varilla quedó montada: Ya que estaba, quise sustituir las antiguas pegatinas por las nuevas que compré en su momento: Resulta que estaban resecas y se cuarteaban al intentar arrancarlas. Así que tuve que utilizar un cúter para ir arrancándolas con mucho cuidado: Y coloqué la nueva pegatina en su lugar: En el caso de la otra, repetí la misma operación: Con ayuda, monté el capó en el coche. Las tuercas de las bisagras se aprietan, pero existe un tope para que no presionen las cogidas del capó, de modo que se permita su giro. Una vez hecho esto, estuvimos desplazando las bisagras hasta lograr cuadrar el capó respecto a las aletas. El problema surgió con el cierre, para variar. Al igual que en las puertas, no lográbamos que el resbalón encajase con facilidad en el cierre. Tras conseguir alinear ambas piezas, sucedía lo mismo que con las puertas: el resbalón quedaba lejos del cierre y la goma del borde impedía que el capó quedase cerrado. ¿Otra vez el mismo problema? De repente, descubrimos que el cierre se podía regular en altura. Yo lo había dejado sin apretar y pudimos levantarlo, por lo que el resbalón encajaba y el capó quedaba cerrado correctamente:
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    Recuperé todos los elementos necesarios para montar los faros. Cocos y piezas que desmonté: Faros nuevos: Y el faro completo que también compré: Al tener el faro izquierdo completo nuevo, sólo tendría que utilizar el coco del faro derecho con sus respectivas piezas: El resto de piezas no me harían falta: Desmonté los dos soportes del faro y la palanca de regulación para limpiar y pintar: Como ya comenté en su momento, los cocos no quedaron bien cuando los pinté, así que debía repasarlos. En este caso, sólo necesitaba el coco del faro derecho, así que lo maticé con estropajo, raspé aquellas zonas en las que la pintura estaba algo levantada y limpié la superficie con disolvente: Le di un par de capas, esperando un tiempo entre ellas, pero no me gustaba el acabado y decidí aplicar más pintura sin esperar: Pasado un tiempo, le di la vuelta para pintar la parte exterior: En este caso, di una sola capa generosa. Pinté los tornillos roscachapa de sujeción de los cocos de faros y de sujeción de la rejilla frontal en color negro satinado: Las grapas donde roscan los tornillos de sujeción de la rejilla frontal, otras grapas que tenía de repuesto y las tuercas de sujeción del cierre del capó los pinté con pintura de zinc: Pinté con pintura de zinc los tornillos de masa de ambos pilotos (que no pinté en su día) y las grapas que retiré de la pieza frontal del vano motor: También pinté en negro satinado la palanca de regulación del faro derecho: Tenía que encontrar una manera de sujetar los reguladores del coco del faro derecho, que originalmente iban remachados. Podría haberlos vuelto a remachar, pero veía complicado que quedasen bien. Así que se me ocurrió utilizar los mismos tornillos que usé para los pilotos delanteros. Y, efectivamente, eran bastante adecuados. Pero en ambos casos, los tornillos eran demasiado largos. Así que reuní ocho tornillos y los estuve cortando más o menos a la mitad: Con ellos pude sujetar los reguladores a los cocos y quedaron bastante bien: Con el coco derecho y los tornillos de sujeción de ambos cocos pintados, pude montarlos en el coche: Pasé el conector de las lámparas de cruce/carretera y coloqué las gomas pasamuros. Instalé una lámpara en cada lado para comprobar que funcionaban perfectamente. También coloqué los tornillos de masa (pintados con zinc) y el pasamuros del cableado izquierdo, que no lo tenía:
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    En su momento, tuve problemas para desmontar uno de los soportes laterales del parachoques delantero, ya que uno de los tornillos tenía la cabeza pasada: Utilicé el taladro para romper el tornillo y sacar el soporte: Limpié ambos soportes, junto con las placas, con el cepillo metálico: Pinté las piezas con pintura de zinc: Separé la tornillería de los soporteslaterales del paragolpes trasero para su limpieza: Limpié tanto los topes centrales del paragolpes delantero como los soportes laterales del trasero con cepillo metálico: No quedaron perfectamente limpios, debido a que hubo zonas imposibles de acceder. Para repasarlos, les di con un cepillo metálico a mano, procurando eliminar todo el óxido que pude. Pero aún no podía pintarlos. Uno de los soportes tenía un trozo de tornillo roto y debía sacarlo: Con el taladro y una broca de 6mm, taladré el trozo de tornillo hasta romperlo: Sin embargo, no me había dado cuenta de que el soporte tenía rosca... Así que debía recuperarla. Con el juego de machos correspondiente, la recuperé: Limpié los soportes con disolvente y los preparé para pintarlos: Utilicé pintura negra brillante anticorrosión: La barra frontal del vano motor se limpió con el cepillo metálico. Así quedó por la parte delantera: Y así por la parte trasera: Compré un nuevo cepillo metálico: El viejo ya estaba bien apurado... Quise repasar la pieza con el nuevo cepillo y quedó bastante mejor: Como por la parte trasera había zonas imposibles de cepillar, apliqué convertidor de óxido: No podía pintarla por la zona en la que había convertidor de óxido, así que la pinté por la cara frontal. Quise probar a hacerlo como se recomienda, ya que siempre suelo ser muy impaciente y, o bien aplico mucha pintura de una vez, o bien no espero mucho entre capa y capa. Esta vez le di una primera capa muy ligera, esperé 30 minutos, apliqué otra capa más intensa, esperé otros 15 minutos y apliqué una última capa de remate. El resultado fue bastante bueno: Más adelante, pinté la parte trasera. Reuní los soportes de ambos paragolpes para ordenar los tornillos e identificar dónde iba cada uno, ayudado de las fotos hechas durante el desmontaje: Una vez hecho esto, monté los soportes laterales del paragolpes delantero: No los apreté, ya que los orificios son ovalados para regular la altura del paragolpes y dejarlo alineado. A continuación, monté los topes centrales: Y también el larguero frontal del vano: Para montar el paragolpes, antes tendría que instalar los pilotos. Recuperé los pilotos nuevos que compré en su día: De nuevo, me encuentro con que son diferentes, siendo uno más blanco que el otro. No lo entiendo. Se han comprado en la misma tienda, son el mismo modelo y aun así, poseen distinto acabado. Menos mal que por delante son idénticos. Pasé el mazo de cables desde el paso de rueda hacia la parte delantera, colocando la goma pasamuros en su lugar: Por cierto, que no fue nada sencillo colocar la goma pasamuros. Es muy rígida y queda muy ajustada en el orificio. Instalé las lámparas (P21W para intermitencia y P5W para posición) y conecté los cables de alimentación: De nuevo, al igual que en el caso de los pilotos traseros, no hay posible confusión, ya que el terminal de masa es cilíndrico, el terminal de posición es "faston" estrecho y el terminal de intermitencia es "faston" ancho. Conecté la batería y accioné el mando de luces para comprobar que funcionaban correctamente: Los pilotos delanteros van sujetos al paragolpes mediante unas grapas de plástico, pero las originales estaban muy deterioradas y busqué una alternativa: Se trata de tornillos M4 con sus respectivas tuercas. Eran muy largos y había que cortarlos, pero quedaron bastante bien. Así quedó el piloto montado:
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    Lo de cambiar la polaridad también lo probamos. De hecho, lo raro es que conectándola fuera, directamente a la batería, sonaba perfectamente... Ya os contaré cuando lo solucione.
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    Compré el cable del estárter nuevo porque encontré uno que era de la misma longitud que el original (865mm), el más corto que se fabricó. Sin embargo, me avisaron de que no disponían de él (una vez realizado el pedido) y me ofrecieron enviarme por el mismo precio el cable largo, que podría cortar fácilmente. Este cable tiene exactamente el mismo tipo de mando (hubo varias versiones), pero termina en un aro, mientras que el original termina con el cable recto. Con la "dremel" y el disco de corte, eliminé la funda que sobraba, con cuidado de no cortar el propio cable: Repasé un poco los bordes de la funda y corté la punta del cable a la misma longitud del original: Recorté una parte de la funda de plástico para que pudiera encajar en el alojamiento del carburador. Después lo he montado en el coche, aunque me han surgido dudas acerca de cuál es el orificio por el que debe salir hacia el vano motor. Miré en el R5 GTL y el cable del estárter sale por el pasamuros múltiple bajo la caja de calefacción: Intenté montarlo así en mi R5, pero el estárter entra hacia el carburador por el lateral contrario, por lo que el cable debía curvarse mucho. No lo veía claro y, ante la duda, decidí montarlo como antes, por uno de los orificios bajo la caja de calefacción. Más adelante he visto fotos del motor originalmente y es cierto que el cable debe salir por el pasamuros frontal y hacer la curva que yo no veía con buenos ojos. Ya que tenía el cable del estárter, quise arrancar el motor, que llevaba tiempo sin arrancar. En principio, no hay nada que comentar. Me seguía preocupando que el circuito de refrigeración no está purgado y esto puede significar que no refrigere bien el motor. De hecho, no tenía control de la temperatura por no tener el cuadro de instrumentos conectado. Una comprobación que no había hecho aún era si el alternador cargaba correctamente. Medí tensión en la batería con el motor arrancado y marcó 14,4V, por lo que es correcto. Volví a colocar el cable del estárter, esta vez por el pasamuros frontal junto al servofreno. Con cuidado, he ido dándole la curvatura hasta llevarlo a la sujeción en el carburador: Así es como se supone que tiene que quedar. Tendré que organizar todos esos cables, manguitos, etc, basándome en fotos del vano motor originales. También monté el tubo de desagüe: Por debajo de la aleta va sujeto mediante una abrazadera fija al chasis: Como en la parte trasera del coche, la parte inferior está muy sucia y no la limpié cuando estuve montando la suspensión por las prisas, pero merecería mejor aspecto. También estuve probando la bocina nueva. Tiene dos conectores y yo pensé que sería bitonal, recibiendo dos positivos y haciendo masa a través del tornillo de sujeción. Pero no. Cada terminal corresponde a positivo y negativo, aunque no están identificados, por lo que supongo que no posee polaridad. En la zona donde va montada la bocina (bajo el faro izquierdo), sólo identifiqué un cable (el de mando), por lo que tendría que poner un cable de masa para alimentar el negativo: He caído en la cuenta de que en el cableado de la zona delantera del vano motor había un cable que no sabía de qué era. Y deduje que sería el negativo para la bocina, ya que llega perfectamente hasta la zona de montaje de la misma. Así que ya tenía los dos cables (positivo y negativo) para conectarla: Pero no funcionaba... Pensé que habría algún problema con el cableado pero, con ayuda de un compañero, estuvimos verificando que el negativo tenía masa y al positivo le llegaban más de 12V. Y el caso era que al conectar la bocina, parecía como si dejase de haber una conexión correcta. ¿Cómo era posible? Volvimos a probar la bocina fuera (funcionaba), volvimos a medir positivo y negativo en los terminales (era correcto) y volvimos a conectar la bocina. Y seguía sin funcionar... Lo dejamos por imposible. Tendré que investigar, pero no tengo ni idea de qué misterio sucede. Los cables que pasan por el tapón del depósito de líquido de frenos quedaron cortos cuando estuve restaurando el cableado, así que tenía que prolongarlos. Preparé unos trozos de cable para colocarle los terminales con sus fundas: Después los empalmé con los cables en el vano motor para conectarlos:
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    Compré un tinte para calzado con el fin de mejorar el aspecto del salpicadero, que está descolorido y con algunas manchas. Se trata de un kit que incluye un preparador de superficie (creo que es algo similar a alcohol o disolvente), el propio tinte, un pequeño pincel y una esponjita. Sin embargo, el tono que compré no era el adecuado. Me guié por una foto, y escogí un color marrón demasiado oscuro. Al compararlo directamente con la superficie del salpicadero, se ve la diferencia: Así que pedí otro tono más parecido, a ver si esta vez acertaba: En este caso, el color era más parecido e hice una prueba: En la zona en que lo apliqué, el color quedaba muy bien, así que continué aplicándolo: Sin embargo, cuando lo apliqué en otras zonas, no quedó tan bien. Aun así, decidí que limpiaría todo el salpicadero a fondo (algo que aún no había hecho) para aplicar este color y que quede como sea. Siempre quedaría mejor de lo que estaba. Tras limpiarlo con cepillo, agua y lavavajillas, apenas mejoró: El aspecto era muy malo y la única solución parecía ser aplicar el tinte. Antes de empezar, enmascaré la salida de aire del lado derecho, que era por donde lo aplicaría en primer lugar: Apliqué el tinte con la esponjita que incluye, pero no era tan sencillo. No quedaba homogéneo, ya que enseguida comenzaba a secar y no se extendía con facilidad, así que quedaban manchas: Decidí dejarlo, ya que no me convencía el resultado y quizás sería mejor retirarlo antes de que secase. Me puse a limpiarlo para retirar el tinte y parecía que podía quitarse: Esto significa que incluso si hubiese quedado bien, el tinte podría haberse eliminado al limpiar el salpicadero. Lo malo es que iba a ser complicado quitarlo todo por completo. Y no veía solución para mejorar el aspecto del salpicadero... Compré un bote de spray de pintura para plásticos color RAL 1001 con acabado satinado: Esta pintura iba a utilizarla para pintar el salpicadero como medida desesperada para ver si podía recuperarlo y montarlo en el coche. Quise realizar una prueba de pintura en una zona del salpicadero que no se viese demasiado. Se trataba de la parte inferior de la zona central: Dejé un pequeño rectángulo libre para probar la pintura que había comprado y éste fue el resultado: Como se puede apreciar, el color es excesivamente claro respecto al original, a pesar de que en la pantalla del ordenador se veía un tono más oscuro. Tendría que comprar otro color. Me puse en contacto con la tienda donde compré el spray RAL 1001 para ver si podían ayudarme a encontrar un color más parecido al del salpicadero. Me llamaron y me comentaron que les extrañaba que ese color fuese tan claro (de hecho yo lo pedí porque se supone que no lo era), así que me dijeron que iban a recogerlo para comprobar que no estaba equivocado y me pidieron que les adjuntase una muestra de la superficie del salpicadero para buscar el color más parecido posible. Me sorprendió ese trato tan amable. Por cierto, la tienda es www.pintarsinparar.com Contactaron conmigo para decirme que el tono que había comprado no estaba defectuoso y me recomendaron comprar otro color (NMC N9288), tras analizar la muestra que les envié. Llegaron los spray que me recomendaron comprar con el tono adecuado y estaba impaciente por probarlo. Hice una prueba similar a la que hice con el primer color que compré: Al retirar la cinta, apenas se aprecia la pintura, lo cual era una buena señal. Este color se acercaba mucho al color original del salpicadero, así que era el adecuado. Limpié el salpicadero con un paño y disolvente, encinté las tres piezas de plástico negro que lleva montadas y me puse a pintarlo sin más. Lo coloqué en una mesa para poder acceder a todos sus lados, y lo apoyé en un bote para levantarlo de la parte superior: Procuré darle una primera capa muy suave, pero viendo que el spray pulverizaba mucho, me animé a seguir dando más capas sin esperar, ya que no parecía que la pintura se acumulase. Una vez que lo vi más o menos homogéneo, dejé de pintar. Había gastado algo más de medio bote de spray: El resultado era simplemente espectacular. El salpicadero parecía nuevo, aunque tendría que esperar a que la pintura secara para ver si realmente se había adherido bien. Al día siguiente retiré la cinta de las piezas de plástico negro: Estuve tocando el salpicadero por diferentes zonas y la pintura parecía haber quedado bien. Al ser una capa fina, se supone que será difícil que pueda saltar, pero eso sólo el tiempo lo dirá. Hice un montaje comparando cómo estaba y cómo quedó:
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    Monté el resbalón de la cerradura del maletero, junto con las placas de regulación, en su lugar: Coloqué la goma de contorno del maletero y la ajusté todo lo posible. Una vez que tenía claro la longitud total, corté la goma sobrante: Uniendo ambos extremos, la goma quedó colocada: Una vez puesta, me di cuenta de que el brazo-resorte que sujeta el maletero abierto, rozaba ligeramente con la goma al abrirlo y cerrarlo. Esto podría solucionarse limando ligeramente el saliente que rozaba. Por otro lado, el maletero, aunque sin cerradura, no cerraba completamente. Revisé todo el contorno y retiré tramos de plástico protector por si era el culpable. Pero no conseguí solucionarlo. Creo que se debía a que la goma era nueva y hacía que el maletero no apoyase bien. Podría solucionarse dejando presionada la goma con el maletero cerrado hasta que ceda un poco, pero no estoy seguro de que vaya a funcionar. Me comentaron que para llevar la goma a su sitio, debe golpearse con un martillo de nylon. De este modo, se introduce más aún en el canto. Efectivamente, tras ir golpeando todo el contorno, la goma se introdujo un par de milímetros en varios puntos. Aun así, el maletero no acababa de cerrar bien. Seguía pareciendo que algo lo retenía en la zona superior. Decidí dejar cerrado el maletero para comprobar si así, pasado un tiempo, la goma cedía un poco. Para poder cerrarlo, tenía que montar el cierre. A pesar de no montar la cerradura, podría abrirlo, ya que simplemente hay que presionar el cierre a través del agujero donde va montada la misma. Tenía previsto comprar una cerradura nueva para el maletero, y quería cambiar todas las piezas, no sólo el bombín. No es una pieza barata, pero descubrí por casualidad que la vendían en China a un precio muy bajo. ¿Sería de mala calidad? Bueno, quise arriesgarme e hice el pedido. Además, traía un obsequio muy curioso: La cerradura no es que fuese muy suave. Se atascaba ligeramente, aunque nada preocupante. El pulsador es negro, igual que el embellecedor exterior. El pulsador original era metalizado, pero creo que siendo negro también va a juego con el resto de pulsadores, así que tampoco está tan mal. Además, incluye la junta que sirve de ajuste para eliminar la holgura con respecto al orificio donde va montado. Aunque esta junta sobresalía medio milímetro por todo el contorno, por lo que se vería al estar montada (queda entre el embellecedor y la chapa). A la hora de instalarlo, comprobé que no era posible. La pieza de plástico trasera que debe atravesar el hueco en el maletero, no encajaba. Tenía apenas medio milímetro más de grosor. Son las cosas de comprar en China... Comprobé que la original es más pequeña, así que tendría que intercambiarla. De todas formas, sigo pensando que aunque la hubiese comprado más cara, hubiese tenido los mismos desperfectos, ya que estas piezas son copias y suelen ser algo diferentes a las originales. Únicamente habría tenido el pulsador metalizado. Por cierto, el obsequio acabó colgando del retrovisor del coche de una compañera, a la que causó sensación y se lo regalé. Me puse manos a la obra para intentar intercambiar, entre la cerradura original y la nueva, la pieza de plástico que no cabe por el hueco de la cerradura del maletero. Primero desmonté la pieza de la cerradura original: Me costó bastante trabajo, ya que hay que levantar las tres pestañas que la sujetan, aunque si se hace con maña, pueden ir levantándose una tras otra mientras se empuja la pieza hacia fuera. Después le tocó el turno a la pieza de la cerradura nueva: Con ambas fuera, intenté montar la pieza de la cerradura original en la cerradura nueva, pero sucedió algo que ya me temía: la pieza de la cerradura original no cabe en la cerradura nueva, ya que la otra pieza de plástico también es algo más gruesa. Aquí puede verse la diferencia entre ambas: Así que tendría que utilizar ambas piezas de plástico de la cerradura original y sólo intercambiar el bombín: Limpié las dos piezas de plástico de la cerradura original: Eso sí; la goma nueva podría utilizarla en la pieza de plástico antigua, ya que tenía algo más de grosor y se supone que dejará la cerradura más sujeta en su alojamiento (recuerdo que la cerradura del maletero estaba algo suelta antes de desmontarla): Como se ve, no queda tan mal como en la pieza de la cerradura nueva, donde sobresalía y quedaba estéticamente peor. Ajusté el bombín de la cerradura nueva del maletero para que entrase en la carcasa de plástico. Para ello, repasé su contorno con la piedra de esmeril: También estuve revisando el cierre del maletero. Volví a golpear todo el contorno de la goma por la parte superior para ver si solucionaba algo. También aflojé el brazo de sujeción para intentar recolocarlo, ya que los tornillos permiten cierto ajuste, pero tampoco funcionó. Observé que en las bisagras había un ligero ruido y decidí engrasar los puntos de roce: Pero no conseguí nada. El maletero había que cerrarlo con fuerza. Quise probar la pintura plateada sobre el pulsador del bombín de la cerradura del maletero original para ver si quedaba bien: Como puede apreciarse, el resultado fue espantoso. Supongo que habría que lijarlo (no lo hice) y el spray tendría que estar en perfecto estado (éste pulverizaba goterones). Así que decidí mantener el pulsador nuevo en color negro. Lo monté en la carcasa de plástico, pero no me gustaba el tacto que tenía. Parecía atascarse y rozaba mucho. Lo engrasé, pero no solucioné el problema. Así que volví a repasar el perímetro, esta vez con el disco de lija de la "dremel": De este modo, logré que dejase de rozar y lo monté en la carcasa original pero con la junta nueva: En principio quedó bastante bien, ajustado y sin hogura. Pero sigo prefiriendo que el pulsador sea cromado. El surtidor del lavaluneta que compré tenía una entrada muy pequeña, que no encajaba en el tubo de plástico que lo alimenta, así que tenía que montar otro como el original o adaptarlo. Primero intenté montar de nuevo el original, pero las gomas no se conservaban y no podía montarlo. Opté por adaptarlo. Se me ocurrió cortar el tramo de alimentación de uno original y encajarlo en el surtidor nuevo: Tuve que agrandar un poco, con ayuda de un destornillador de estrella, el diámetro interior del tramo cortado. Quedó bastante bien y decidí montarlo: Ahora habrá que ver que no pierda agua por la unión. Siempre podré sellarla con formador de juntas o algo similar. Coloqué el tubo y puse la tapa con los tornillos ya pintados: También volví a montar el cierre del maletero con las tuercas pintadas:
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    Restauración de Renault 5 Automatic

    Limpié las manetas exteriores del resto de las puertas para pintarlas: En las fotos puede parecer que quedaron perfectas: Pero en realidad tenían ciertos defectos que se aprecian con la luz: Bueno, lo que es seguro es que están mucho mejor que antes. Limpié el triángulo de plástico de la puerta trasera izquierda: Lo pinté con spray color negro satinado: Tomé medidas de los círculos de espuma originales: Ya en casa, realicé una plantilla de cartón para que me sirviese de guía. Con un cuchillo de sierra, recorté el círculo exterior de la espuma de 40mm que compré, y lo iba ajustando con las tijeras: Era más sencillo presionar la espuma que cortarla sin comprimir. Así hice los cuatro que necesitaba: Ya en el taller, recorté los círculos interiores con ayuda del sacabocados: Tras presentarlos en uno de los mecanismos, quedaba demasiado ancho, así que los corté a la mitad: El triángulo de plástico no había quedado bien. Se notaba que necesitaba otra capa de pintura: Y es que lo pinté con el nuevo spray, que cubre menos y apenas le di un par de capas finas. Así que le di un par de capas más y quedó bastante mejor: Reuní todas las piezas metálicas (grapas y tornillería) del resto de puertas para dejarlas listas y poder ir montándolas a medida que avanzara con las diferentes puertas. Esto me sirvió para revisarlas e incluso buscar algunas que faltaban: Le dediqué un par de horas a limpiar con cepillo metálico y "dremel" todas las piezas: Pinté las grapas de los lamelunas exteriores con una nueva pintura de zinc que había comprado: No me gustó el resultado, ya que el color es más grisaceo que brillante. Las grapas de los lamelunas interiores los pinté en color negro satinado, junto con los tornillos de sujeción de los brazos de las puertas: Reuní los cierres y resbalones de las tres puertas restantes, así como sus respectivos tornillos, y los limpié con el cepillo metálico: Reuní los alzacristales de las tres puertas restantes para limpiarlos: Primero retiré el grueso de suciedad con una bayeta y agua. Después, con la "dremel" fui haciendo una limpieza más detallada, retirando suciedad y óxido: Tras terminar de limpiarlos, enmascaré aquellas zonas que no quería pintar y les di un repaso con disolvente: Los pinté en color negro satinado: En el caso de la puerta trasera izquierda, preferí cortar los lamelunas a una determinada medida en vez de utilizar de referencia los lamelunas originales. Como la longitud depende del espacio dsiponible una vez montada la goma del cristal y el triángulo de plástico, realicé las medidas en la puerta trasera derecha. Los corté a 65,5cm: Respecto al lamelunas interior, quise montar las grapas de manera que no quedasen sueltas. Marqué los puntos de montaje de las dos de los extremos (utilizando como referencia el lamelunas original) y me fui al coche para confirmar que eran correctos. Tuve que modificarlos, ya que no coincidían exactamente (este lamelunas era algo más largo). Las fijé presionándolas con unos alicates, pero mi sorpresa fue que no podía dejarlas fijas, ya que el lamelunas original tiene una tela que permite que la grapa "muerda" mejor. En el lamelunas nuevo, sólo existe una chapa, y la grapa no llega a cerrar del todo (al menos yo no pude cerrarla). Coloqué el resto de grapas, y unas quedaron más sujetas que otras: También marqué los puntos de montaje de las grapas en el lamelunas exterior, monté las de los extremos y lo presenté en la puerta para confirmar que el montaje era correcto. Reuní los tres cristales de las tres puertas restantes para limpiar tanto los cristales como los raíles: En el caso de los cristales, los limpié con agua y una bayeta para retirar la suciedad superficial. Pero también existían restos más adheridos en los márgenes debido al tiempo que habían pasado a la intemperie. Como en el caso del cristal de la puerta trasera izquierda, les di con pulimento y quedaron estupendamente. Respecto a los raíles, retiré el grueso de suciedad también con una bayeta, pero había zonas con óxido, en algunos casos preocupante: Limpié el óxido con la "dremel" y protegí los cristales antes de pintar los carriles: Enmascaré los cristales de las tres puertas restantes con ayuda de diferentes plásticos y cinta de carrocero: Los repasé con disolvente y pinté los tres a la vez: A pesar de que ya lo había limpiado e incluso había pintado el raíl, el cristal de la puerta trasera izquierda aún presentaba algunas marcas y suciedad. Descubrí que entre la goma de sujeción al raíl y el cristal había mucha suciedad, así que fui levantando la goma y retirándola con ayuda de un destornillador: También pulí el cristal de nuevo por ambas caras, ya que había zonas con suciedad incrustada. Desmonté las varillas de las tres cerraduras que me quedaban por limpiar y retiré los enganches de plástico. Esto último me costó mucho trabajo y algunos se deterioraron por sacarlos, pero no quería dañarlos al limpiar las cerraduras. Limpié las varillas, los muelles y las cerraduras con cepillo metálico: Después repasé las zonas menos accesibles de las cerraduras y los muelles con la "dremel". Pinté las varillas de las cerraduras con la nueva pintura de zinc: Enmascaré las cerraduras y limpié los pulsadores con disolvente: Pinté uno de los pulsadores con el nuevo spray de pintura negro satinado, pero quedó muy mal, con la pintura muy líquida e irregular. Entonces decidí pintar los otros dos con un spray que tenía casi gastado, y que era el mismo con el que pinté el pulsador de la puerta trasera derecha. Esa pintura sí quedaba bien. Limpié el pulsador que había quedado mal y volví a intentar pintarlo con el spray nuevo, por si la causa era que el spray estuviese mal agitado o algo así. Y esta vez quedó mejor, aunque tuve que darle varias manos, ya que este spray cubre menos. Los tres pulsadores quedaron más o menos igual, aunque el pintado con el spray nuevo al final creo que quedó incluso mejor: Aquí puede verse el acabado del pulsador con el primer spray, que cubre más, pero queda más rugoso: Y aquí el acabado con el spray nuevo, que cubre menos, pero queda más liso: Recorté una serie de rectángulos para preparar los plásticos protectores de los huecos de las tres puertas restantes. Tuve que ir seleccionando las zonas del pliego que no tenían arrugas ni dobleces: La verdad es que el resto de plástico era inservible para poder hacer más piezas como éstas, aunque podría servir para hacer piezas más pequeñas. Sobre uno de los rectángulos, tracé la forma del plástico para la puerta trasera izquierda, aprovechando el que ya hice para la puerta derecha (son simétricos): En el caso de las puertas delanteras, necesitaba utilizar uno de los plásticos originales: Tras dibujarlo, lo recorté: Sólo me quedó hacer el plástico para la otra puerta delantera. Tras varios días preparando piezas, ya estaba en disposición de ponerme a montar cosas en la puerta trasera izquierda. Tardé más de la cuenta debido a que ya que me ponía a preparar las piezas de la puerta trasera izquierda, aproveché para dejar listas las piezas de las dos puertas delanteras. Días antes había cortado los lamelunas tomando como referencia el que había montado en la puerta trasera izquierda, para que quedase más ajustado: Lo primero fue limpiar la puerta por dentro, donde había bastante polvo acumulado durante todo este tiempo: Tras darle varias vueltas, decidí comenzar montando el lamelunas interior. Coloqué las grapas, marcando previamente los puntos donde debían estar colocadas: Procuré apretar todo lo posible las grapas para evitar que quedase suelto, como sucedió en la otra puerta. Incluso saqué alguna de las grapas para cerrarlas un poco más y volverlas a montar. De este modo, el lamelunas quedó más sujeto que en la otra puerta. Después metí el cristal en el interior de la puerta, girado 90º: Entonces me di cuenta de que no había colocado la goma guía... Saqué el cristal para colocarla con mayor facilidad: Antes de volver a meter el cristal, coloqué las planchas insonorizantes, que también había olvidado: Y monté el cristal girado, pero lo coloqué bien para montar el lamelunas exterior: Marqué la posición de las grapas presentándolo en la puerta. Además, el hueco donde enganchan las grapas es mayor que las propias grapas, por lo que existe margen de error: Estuve pensando si colocar el lamelunas exterior con el cristal montado o sin montar. Decidí montarlo sin el cristal, ya que el cristal impediría que pudiese inclinarlo para que encajasen las grapas. Pero al intentar meter el cristal, comprobé que era imposible. Quizás con ayuda habría podido, pero estaba solo y el raíl del cristal rozaba con el lamelunas exterior con riesgo de dañarlo, ya que entraba muy forzado. Tuve que quitar el lamelunas. Tiré de él hacia arriba y salió el lamelunas sin las grapas. Quitar las grapas me costó mucho trabajo, hasta que descubrí la manera: hacer palanca con un destornillador entre la chapa y la grapa y tirar de la grapa hacia arriba. Salían sin problema. Metí de nuevo el cristal girado: Enderecé el lamelunas (se había torcido al tirar de él hacia arriba) y volví a colocar las grapas: Lo fui a montar en la puerta, pero dos de las grapas no terminaban de encajar. Las había montado al revés... Volví a sacar el lamelunas, retiré las grapas de la puerta y volví a montarlas, esta vez correctamente. Y, al fin, monté el lamelunas y giré el cristal a su posición. Lo siguiente era meter el triángulo de plástico, que me costó mucho trabajo, ya que los propios lamelunas estorbaban para llevarlo a su sitio. Finalmente, lo logré, y descubrí que después de tanto esfuerzo y tantos contratiempos, el lamelunas exterior era demasiado corto y quedaba un hueco bastante grande en uno de los extremos: Así que, en conclusión, he dejado la puerta con diferentes marcas y no he logrado montar correctamente los lamelunas. Corté un nuevo lamelunas exterior para colocarlo en la puerta trasera izquierda. Para ajustar lo mejor posible su longitud, tomé como referencia el hueco de la ventana directamente, marcando el lamelunas tras colocarlo en su lugar. Tras cortarlo y presentarlo, me di cuenta de que quedaba mal, pero el problema era el alma metálica, que sobresalía muy poco, pero lo suficiente como para chocar contra el extremo del hueco y crear un pequeño hueco. Así que decidí cortar sólo esa zona, la zona del alma metálica, manteniendo la longitud del lamelunas en sí. Para ello, utilicé la piedra de esmeril, que probé antes en el lamelunas antiguo y daba buen resultado: Por cierto, que el lamelunas antiguo estaba muy deteriorado tras haberlo montado y desmontado varias veces: El marco de la puerta también quedó con muchas marcas debido a los montajes y desmontajes: Aquí se puede ver la diferencia de longitud entre el primer lamelunas y el segundo: Respecto al lamelunas interior, pensé que una forma de dejarlo más sujeto podría ser abrir más las pestañas de sujeción a la puerta, en vez de seguir intentando cerrar más las garras de sujeción al porpio lamelunas: Coloqué las grapas en el nuevo lamelunas y lo presenté en el marco. Rectifiqué la posición de alguna grapa para que coincidiese con su respectivo orificio. Finalmente, coloqué el lamelunas en la puerta. A continuación, introduje el cristal girado, sujetando el lamelunas para evitar que se pellizcase (es una operación delicada porque puede dañarse el lamelunas): Giré el cristal y, a continuación, coloqué el triángulo de plástico (con cierta dificultad, por estar colocado el lamelunas exterior) y giré el cristal a su posición normal: El lamelunas quedó muy bien, ajustado en ambos extremos: Engrasé el carril del cristal de la puerta trasera izquierda para montar el mecanismo alzacristales, aplicando grasa en los dientes y en las zonas de roce: Me ayudaron sujetando el cristal mientras yo colocaba el mecanismo e introducía la rueda en el carril. Después, subí el cristal al máximo para apretar las tuercas de sujeción del mecanismo y que el cristal llegue arriba del todo. Engrasé la cerradura lo mejor que pude, aunque me daba la sensación de que no quedó igual de suave que la de la puerta trasera derecha: Monté el muelle y coloqué los aros de plástico de las varillas (que me costó bastante encajar en los orificios). De nuevo tenía dudas de cómo iban las varillas y me guié por fotos: Introduje la cerradura por el hueco de la puerta y busqué la postura correcta hasta lograr sacar el pulsador por el agujero correspondiente y alinear los orificios de la puerta con los de la cerradura. Presenté el cierre y puse los tres tornillos: Pero las varillas estaban mal montadas: Habían quedado hacia arriba, cuando debe ser al revés. Además, tenía dudas de cuál iba en el pestillo y cuál en la maneta. Me fijé en la de la puerta trasera derecha y deduje que en ese caso estaban mal montadas, ya que coloqué la grapa del pestillo al revés (en esta otra puerta la grapa seguía montada en el propio pestillo y estaba bien), y las varillas estaban hacia arriba (de ahí mi error). Tuve que sacar la cerradura para volver a colocar las varillas, esta vez correctamente al fin: Que quede claro: las varillas van con las puntas hacia abajo una vez en la puerta y la varilla con la punta a 90º es la del pestillo. Volver a colocar la cerradura me costó muchísimo trabajo. No acertaba a encajarla en su sitio y estuve un buen rato luchando con ella hasta que al fin lo logré. Esta vez las varillas quedaron bien: Y coloqué la maneta interior: Para poder probar la cerradura, quise montar la goma de contorno de puerta, evitando así que chocase la puerta contra el chasis: Monté el resbalón y probé a cerrar la puerta, pero no llegaba a cerrar del todo. Estuve un rato regulando el resbalón, pero nada. Ocurría exactamente lo mismo que en la otra puerta. Estoy pensando en aflojar las bisagras y probar a regular la puerta desde allí. Tenía previsto montar los cristales de las dos puertas delanteras a lo largo de una tarde, pero no iba a ser tan sencillo. Comencé con la delantera derecha. Retiré los plásticos protectores para poder trabajar en la puerta: Limpié la puerta por el hueco interior, donde se había acumulado bastante polvo. Coloqué en la puerta la goma que sirve de guía al cristal: Como siempre, la zona del interior de la puerta es la que más dificultad tiene para encajar esta goma en el perfil, ya que tiene difícil acceso. También monté la goma de contorno de puerta: Ahora tenía que preparar los lamelunas. Corté el lamelunas exterior tomando como referencia directamente el hueco en el marco: También corté el lamelunas interior: Me di cuenta de que el extremo delantero del lamelunas exterior tendría que acabar en pico para adaptarse mejor: Rebajé el alma metálica con la piedra de esmeril y ajusté el borde en forma de pico. Coloqué las grapas tomando como referencia los puntos de sujeción: Monté el lamelunas y quedaba demasiado grande: Así que tuve que desmontarlo, recortar un poco más el extremo acabado en pico y volver a colocar las grapas para montarlo de nuevo: Quedó bastante bien ajustado. Al ir a por el cristal, recordé que no estaba limpio del todo, ya que tenía que aplicar pulimento para eliminar la suciedad que se adhiere en el contorno y no sale con una limpieza normal. Tras aplicar el pulimento, veía que la suciedad no terminaba de salir, así que le di con lija P800 y así logré eliminarla. También existían pequeños puntos negros, como de pintura o alquitrán. Después repasé el cristal con pulimento y lo limpié con una bayeta húmeda y lo sequé. Pero... ¡estaba lleno de arañazos! No recordaba que estos arañazos estuviesen antes. Le di con pulimento en esas zonas y lo volví a enjuagar. ¡Y volvieron a aparecer arañazos! Llegué a la conclusión de que era la bayeta la que tenía restos de algún tipo (por haber lijado) que arañaban el cristal. Así que volví a pulir, pero simplemente limpié el cristal con papel y quedó bien. Antes de montar el cristal, recordé que debía poner el aislante acústico. En las puertas delanteras decidí poner una sóla lámina horizontal, como me recomendaron: Golpeé la puerta por fuera y no sonaba tan compacta como la trasera... Lo mismo debería haber puesto dos láminas verticales como en las puertas traseras. Llegó el momento de montar el cristal y, al estar solo, tuve bastantes problemas. Introduje el cristal sin montar el lamelunas interior y lo dejé girado: Coloqué por la parte inferior el mecanismo alzacristales, engrasando antes los rodillos. Sin embargo, no era capaz de encajar los rodillos en las guías. Estuve un buen rato intentándolo, pero nada. Parecía como si uno de los rodillos no pudiese deslizar por las guías. Tuve que desistir y sacar el mecanismo. Entonces comprobé que, efectivamente, uno de los rodillos parecía atascado, y no giraba con facilidad. Estuve girándolo y engrasándolo de nuevo para mejorar su movilidad. De nuevo intenté colocar el mecanismo alzacristales y esta vez sí que encajaron ambos rodillos en sus guías y pude atornillarlo en su lugar: Lamentablemente, al mover desesperadamente el cristal en mi afán de lograr que encajasen los rodillos con las guías, hubo un momento en que rozó el marco de la puerta y lo arañó: Ahora me quedaba por colocar el lamelunas interior. Fui colocando las grapas en los puntos correspondientes, presentando el lamelunas en su lugar para ir ajustándolos a su posición exacta. Repasé un poco el alma metálica para ajustar mejor la longitud del lamelunas. Además, comprobé que debía recortar el extremo delantero del lamelunas para que encajase mejor en el borde en forma de cuña: Al montar el lamelunas, me pareció que quedaba demasiado largo y volví a recortarlo, pero fue un error. Resulta que, como las grapas tenían cierto movimiento, el lamelunas se había desplazado hacia un extremo, y por eso parecía más largo. Al recortarlo, quedó más corto, cuando su longitud original era la adecuada... Y así dejé la puerta, sin poder terminarla: Por cierto, que al intentar cerrarla, parecía como si la goma del contorno empujase la puerta hacia fuera, algo similar a lo que sucedía en el maletero. Tendría que ver si podía arreglarse regulando la puerta una vez montase la cerradura. Más adelante, antes de comenzar el montaje , engrasé la cerradura. También aproveché para engrasar la de la puerta delantera izquierda: Coloqué los aros de plástico donde enganchan las varillas y las varillas, volviendo a consultar antiguas fotos para estar seguro de cómo van montadas: En las fotos puede verse cómo NO deben montarse. Los enganches curvos van al revés y los enganches a la maneta quedan hacia abajo, no hacia arriba. Las varillas deben cruzarse para acabar el extremo a 90º en la parte superior (pestillo del seguro). Instalar la cerradura en la puerta me costó muchísimo trabajo. Estuve un buen rato intentando colocarla en su lugar. No era nada sencillo. Hay que lograr que la cerradura quede por detrás del raíl del cristal, y para ello hay que introducirla por el hueco que hay entre el raíl y la chapa para después ir girándola y dejarla en su posición final. Y todo esto dentro de la puerta y con las varillas montadas... Lo intenté por un lado, por el otro, quitando las varillas (era más sencillo, pero ponerlas después era imposible). Finalmente, logré colocarla jugando con el giro de las varillas y aprovechando el único punto en el que el hueco lateral era mínimamente ancho como para lograr girar la cerradura (jugando también con la palanca de apertura). La sujeté con sus tornillos, aunque después tendría que retirarlos. Para instalar la maneta, coloqué la grapa con tuerca en su alojamiento: Primero se engancha el extremo de la varilla inclinado (mando de apertura): Y después el extremo de la varilla a 90º (pestillo de bloqueo): Con cuidado, sujeté la cerradura para quitar los tornillos de sujeción, coloqué el cierre y volví a poner los tornillos: Monté en el nuevo bombín la palanca del antiguo, asgurándolo con el pasador: Se puede observar que el nuevo bombín es algo distinto al original. Además, el embellecedor exterior es algo más fino. Por cierto, el pasador no entraba con facilidad y no lo introduje al máximo, pero quedó bien. Engrasé la zona donde se introduce la chapa de sujeción del bombín para evitar futuros gripajes: Y lo monté en la puerta: Era una gran satisfacción ver cómo la puerta quedaba cerrada o abierta mediante el giro de la llave. Retiré la cinta de carrocero que protegía el pulsador de la cerradura y monté la maneta exterior: Lamentablemente, la puerta no cerraba bien. Para variar, sucedía exactamente lo mismo que en las dos puertas que ya había montado. De nuevo, era como si el cierre no llegase a enganchar bien. Había que empujar la puerta con cierta fuerza y eso no parecía lógico. Como tenía un compañero en el taller, le pedí que se metiese dentro y aflojase las tuercas de las bisagras para poder levantar la puerta y regularla algo mejor. Pero no sirvió de nada. Por más que desplacé el resbalón, nunca lograba que el cierre enganchase con facilidad. Ya no sé si es cuestión de seguir regulando la puerta o es que las gomas nuevas son algo más anchas que las originales y empujan la puerta hacia fuera, impidiendo que cierre bien. A la hora de montar la puerta delantera izquierda, me di cuenta de que no tenía suficiente goma de guía para el cristal... En su momento compré 7 metros de goma guía de cristales, ya que medí el contorno de las ventanas y calculé que necesitaba 1,5 m para cada una de las ventanas traseras y 2 m para cada ventana delantera. Esto sumaba 7 metros, así que eso compré. Pero resulta que la goma de en las ventanas traseras mide 1,65 m y en las delanteras, 2,15 m. Resultado: me faltaba goma. Ya corté en su momento 1,65 m para la ventana trasera derecha, y hoy he cortado 1,65 m para la trasera izquierda y 2,15 m para una ventana delantera. Pero el resto que me ha quedado mide apenas 1,6 m, como es lógico. Esto se debe a que las gomas no van sólo por el contorno de la ventana, sino que también bajan por el interior de la puerta dentro de la guía del cristal. Debí haber comprado 8 m. No entiendo cómo no pedí un metro más por si acaso. Bueno, sí lo sé, porque estaba seguro de que incluso con 7 metros tenía de sobra... Y un metro más no me iba a servir para cortar ningún tramo entero si tenía algún problema. Lo peor es que ahora necesitaba 2,15 metros para la otra ventana delantera, así que tendría que comprar ¡3 metros! (se venden en unidades de metro). Sin embargo, hablé con la tienda donde lo compré y me dijeron que me harían el favor de enviarme 2,15 m a pesar de comprar 2 metros. Menos mal. Después de haber montado las otras tres, esta puerta tardé menos en montarla. Comencé colocando la goma del contorno de la puerta, la goma guía del cristal y la plancha de aislamiento acústico: Había comprado un nuevo lamelunas exterior, ya que utilicé dos para la puerta trasera izquierda (el primero lo destrocé al intentar desmontarlo). Corté el lamelunas ajustando la longitud al hueco y coloqué las grapas: Recorté los extremos para ajustarlos mejor, rebajando la zona con el alma metálica: Una vez montado, quedó bastante bien: Monté el cristal y el alzacristales con ayuda. Sujetaron el cristal mientras yo iba jugando con el mecanismo alzacristales. Volvió a costarme mucho trabajo encajar las ruedas en los raíles, pero gracias a que tenía ayuda, no me desesperé tanto como con la otra puerta delantera y, lo más importante, no arañé nada... Tuve un pequeño percance. Y es que el cristal, ya montado, no había encajado en la guía de la parte delantera. Esto hacía que subiese entre la goma y el marco de la puerta, por lo que iba forzando tanto la goma como el lamelunas. Me las ingenié para soltar el alzacristales, bajar al máximo el cristal y volver a subirlo esta vez encajado dentro de la guía. Por último, corté el lamelunas interior a medida, marqué los puntos de colocación de las grapas y lo monté con ayuda de un quitagrapas de plástico. La verdad es que me quedó bastante bien: Debo reconocer que este cristal, junto con los lamelunas, lo monté más rápido y con mayor seguridad que los anteriores. Pensé que no iba a darme tiempo a montar la cerradura, pero me puse manos a la obra. Coloqué las varillas e introduje la cerradura por el hueco correspondiente de la puerta, encontrándome con las mismas dificultades para lograr hacerla girar y llevarla a su sitio. Esta vez, después de estar intentándolo un buen rato, decidí cortar por lo sano y, una vez que la cerradura estaba atascada en la zona donde debía girar, la golpeé con un martillo de nylon y logré que girase por completo. Atornillé el cierre junto con la cerradura y monté el resbalón que, como en el resto de puertas, no logré ajustar correctamente. Otra puerta que cerraba de un portazo. Coloqué la maneta exterior, pero no la interior. Me hacía ilusión colocar la pegatina que yo mismo diseñé con los valores de presión en los neumáticos, así que retiré la antigua con ayuda del cúter y puse la nueva:
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    Restauración de Renault 5 Automatic

    Hola a todos. Me alegra escuchar eso de que las gomas nuevas dan problemas para cerrar las puertas, ya que es algo que me ha sacado de quicio constantemente. Yo me imaginaba la fábrica de Renault, en la que montan las gomas nuevas en coches nuevos, y no pensaba que las puertas hubiese que cerrarlas a lo bestia... Imagino que al salir de fábrica, con todo nuevo, las puertas se cerraban perfectamente una vez ajustadas... Así que no entiendo por qué no podemos lograrlo una vez puestas las gomas nuevas... Tengo que mirar que las gomas tienen agujeros, aunque estoy casi seguro de que así es. Respecto a los agujeros de drenaje de agua, los revisé y están todos limpios. Los plásticos de protección del interior de las puertas, los que van tras el paño de puerta, no los he montado aún. Esto irá más adelante, cuando monte los paños y todos los elementos interiores definitivamente. Lo que he comentado era montaje de cerraduras y cristales para poder cerrar el coche.
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    Restauración de Renault 5 Automatic

    Recuperé la bolsa en la que tenía recogidas todas las piezas que desmonté de la puerta trasera derecha para comenzar con el proceso de limpieza y montaje de la misma. El mecanismo de la cerradura (de todas las puertas), desde mi punto de vista, sería conveniente sustituirlo. De hecho, he encontrado dónde comprarlas. Sería complicado dejar el mecanismo en un estado aceptable y, sobre todo, dejar el pulsador brillante, algo que queda a la vista y queda fatal si está deteriorado. Tomé fotos de algunos detalles del mecanismo y desmonté las varillas, las gomas de sujeción de las mismas y el muelle del pulsador. No pude desmontar nada más. Limpié el mecanismo con cepillo metálico. No pude acceder a todas las zonas. También insistí bastante en el pulsador, retirando una capa oscura que tenía, y quedó bastante bien. No sé si podría dejarlo mejor con algún método alternativo. También limpié el muelle y las varillas: Limpié el triángulo de la puerta: Como ya suponía, quedó limpio pero con la superficie descolorida debido al sol. Habría que pintarlo. También limpié el cenicero del reposabrazos: Quedó muy bien, aunque la tapa no se veía negra, sino con un cierto tono verdoso. Tras haberlo limpiado con cepillo metálico, el pulsador parecía haber quedado con cierto brillo, pero más adelante se veía más apagado. Probamos a darle con lija fina mojada con aceite, pero apenas se logró nada. Entonces recordé que yo tenía un producto para limpiar metales. Probé a darle con un trapo y parece que mejoró algo, aunque no hasta el punto de quedarme satisfecho: Limpié el reposabrazos de la puerta trasera derecha con agua y lavavajillas: No quedó perfectamente. Se notan ciertas irregularidades de color y un tono negro desgastado. Tendré que tratar esa goma con algún producto renovador para ver si mejora. En las puertas hay una serie de piezas de plástico que se han deteriorado por el sol. Su aspecto es decolorido y no las encuentro nuevas para sustituirlas, así que no me quedaba más remedio que pintarlas y ver si quedaban mejor. Ya en su momento limpié el triángulo de la ventana, pero me faltaba por limpiar la maneta exterior: Puede verse que, a pesar de limpiarla, su aspecto es grisaceo (cuando debería ser negro). La pinté siguiendo el mismo método que con las rejillas de aireación: No quedó todo lo bien que yo querría, pero hay que reconocer que el aspecto es muchísimo mejor. Respecto al triángulo de la ventana, así quedó una vez pintado: Ahora ya no tenía color grisaceo y la superficie quedaba con un color homogéneo. Después de haber pulido el pulsador de la cerradura, averigüé que su color original era negro, así que por eso encontré esa capa plastificada al cepillarlo (era la pintura vieja). Así que probé a pintarlo de negro. Enmascaré el resto de la cerradura y lo pinté con spray negro satinado: Aunque en las fotos se aprecia peor, el resultado ha sido muy bueno. No me esperaba que quedase tan liso el color. Creo que ha sido por pulir la superficie y por seguir el mismo método que he explicado a la hora de pintar. Antes de trabajar en el interior de la puerta, aspiré el interior y limpié la superficie con una bayeta húmeda: El interior de esta puerta está muy deteriorado debido a la reparación que se hizo en ella. Hay que recordar que tenía un bollo bastante amplio. El chapista no tuvo mucho miramiento a la hora de cuidar el resto de la chapa... Me planteé tratar la superficie de alguna manera, pero me daba miedo pulverizar pintura o protector de óxido por el resto de la puerta. Tendría que tapar todo muy bien y no tengo ya energía para tanto. Hace ya varios años compré un paquete de láminas aislantes acústicas. En un principio iba a utilizarlas para el suelo del interior, pero necesitaría muchas y he pensado colocarlas en las puertas, para insonorizar mejor el habitáculo. Parece que no servirán de mucho, pero estos materiales logran reducir bastante las vibraciones de las puertas y, por tanto, el ruido que se introduce. Son láminas bastante finas y no creo que el mecanismo alzacristales roce con ellas. Presenté una de las láminas de aislante para ver por dónde cortarla: Tras cortarla, la introduje por el hueco superior del cristal, retirando antes la parte inferior del papel para ir tirando hacia arriba a medida que la iba pegando en su lugar: Al lado pondría otra lámina, pero tendría que cortarla con la forma de ese lado de la puerta: Ésa es la forma de la puerta... Pero la lámina va al revés, ya que la parte amarilla es el papel que protege el pegamento: Al darle la vuelta, no valía. Tuve que cortar otra lámina, pero la primera la podría reutilizar en la puerta trasera izquierda. Así quedó la puerta con ambas láminas colocadas: Al golpear la puerta por la parte exterior, se notaba la diferencia entre esta puerta y las que no tenían nada. El sonido era más amortiguado y sólido. Recuperé el cristal de la puerta para revisarlo. Estaba igual de sucio que cuando lo desmonté: Pretendía separar el cristal y el soporte metálico para poder limpiarlo, ya que tenía bastante óxido: Medí la distancia a la que va montado el cristal, para tenerlo como referencia al volver a montarlo: Sin embargo, intenté desmontarlo y no era tan sencillo. Es más, lo peor sería volver a montarlo de nuevo. Así que decidí no desmontarlo y limpiar el soporte con el cristal montado. Limpié primero el cristal, que tenía restos muy incrustados, así que utilicé pulimento y quedó perfecto. Enmascaré todo el cristal para limpiar y pintar el soporte: Por otro lado, el mecanismo alzacristales tenía algunos restos de óxido: Lo limpié con la "dremel" y descubrí que el óxido era superficial, así que no era tan grave. Retiré la suciedad superficial y lo enmascaré para pintarlo: Lo pinté con spray negro satinado. Corté un tramo de la nueva goma de contorno con una longitud de 165cm (la original medía algo menos). Como la goma original tenía los dos extremos cortados con una forma peculiar, quise cortar de la misma manera el tramo nuevo: Después, con ayuda de un cúter, realicé una serie de cortes similares a los que tenía la goma original en las zonas de curva, supongo que para facilitar el ajuste de la goma en el marco de la ventana: El cúter que utilicé tenía una cuchilla frontal, mucho más adecuada para este trabajo: En la zona que la curva es de 90º, uno de los cortes es mayor: Retiré el plástico protector del marco de la puerta: Y fui colocando la goma en el hueco correspondiente. Encajaba muy bien y no fue complicado colocarla. Hice coincidir los tramos cortados con ambas curvas: Lo único que me resultó más complicado fue colocar el extremo que va en el interior de la puerta. Tuve que ayudarme de una herramienta para introducir ese trozo: Me quedó pendiente colocar el triángulo de plástico de la parte trasera, pero primero tendría que colocar el cristal. Para pintar el soporte del cristal, utilicé la pintura negra anticorrosión en spray que he utilizado en otras ocasiones: No me gustó el acabado, ya que el spray pulveriza mucha cantidad de pintura y no pude emplear el método de dar varias capas poco cargadas. Quedó con un acabado algo rugoso. Revisé el mecanismo alzacristales y coloqué un trozo de espuma filtrante de aire en el eje de accionamiento, ya que originalmente llevaba un trozo de gomaespuma: Sujeté este trozo con cinta aislante. La otra opción era unirlo con pegamento, pero de este modo quedaba bien. Esta espuma creo que tiene la finalidad de sellar la zona por la que sale el eje hacia el interior del habitáculo. Engrasé el interior del rail en la base del cristal y el dentado del mecanismo: Antes de montar el cristal, le di con pulimento para retirar la suciedad incrustada que tenía a lo largo de todo el contorno exterior. Quedó muy bien, pero no hice fotos porque es muy difícil de apreciar. Introduje el cristal en el interior de la puerta en posición vertical: Necesité ayuda para colocar el mecanismo alzacristales. Lo introduje por el hueco inferior de la puerta y encajamos el extremo del brazo en el rail del cristal. Después, tuvimos que ir jugando con el mecanismo y el cristal para dejar el cristal en posición horizontal y dentro de la goma en la parte delantera: Se nos ocurrió la idea de retirar la goma de la parte trasera para meter el cristal y, después, colocar el triángulo de plástico de la parte trasera: De este modo, colocamos la goma en el triángulo para introducirlo en su lugar: La goma quedó algo separada en el punto de unión entre el vértice superior del triángulo y el marco de la ventana, aunque parecía correcto: Por otro lado, el cristal no subía del todo. Quedaba apenas un par de milímetros por debajo del fondo del marco, de manera que no se veía el hueco, pero se notaba que el cristal podía subir más: Descubrí que podía arreglarlo subiendo el mecanismo alzacristales. Aflojé las tuercas y, mientras sujetaba el cristal en la posición más alta, volví a apretarlas. En este caso, el cristal llegaba hasta arriba del todo. La puerta comenzaba a tener mejor aspecto: Recuperé las grapas metálicas de sujeción del lamelunas exterior para limpiarlas: Les di con cepillo metálico y las repasé por el interior con la "dremel". Después, las pinté con spray de zinc: También aproveché para pintar las varillas, el muelle y tornillería de la cerradura: Limpié varias piezas de plástico y los resbalones de la cerradura: Como ya he comentado, no me convencía la forma en que la goma del cristal quedaba encajada. No asentaba bien en la transición entre el triángulo de plástico y el marco de la puerta. Me di cuenta de que los cortes que tenía la goma para realizar mejor esa curva, no coincidían con ese punto, así que la saqué y la desplacé para ver si quedaba mejor, pero no. El problema era que justo en el borde del triángulo, existe un resalte interior que deforma la goma y no le deja ir a su sitio. Pensé que una solución podría ser cortar el labio interior de la goma para que encajase con el resalte: Con esta modificación, la goma parecía encajar mejor, pero seguía quedando muy hacia dentro a lo largo del triángulo: Comparé detenidamente la goma nueva y la original y entonces descubrí varias diferencias: Como se puede ver, la goma original tiene el labio exterior superior con forma de C, de manera que "abraza" el contorno del hueco donde encaja. Esto hace que en el triángulo quede rodeando el borde, pero la nueva queda más metida, al quedar menos sujeta al borde. Por otro lado, el labio exterior de la zona intermedia es más largo en la goma nueva, lo que hace que tienda a separarse de los laterales del triángulo y quede aún más metida hacia dentro. Decidí recortar un poco el labio intermedio en el tramo de la goma que queda dentro del triángulo: Quedaba bastante mejor: También recorté un trozo del labio en las zonas de curva del marco del cristal: Con todo esto, la goma encajó bastante mejor y la recoloqué de manera que los cortes en la goma coincidiesen con las curvas del marco. Los tramos de labio cortado hacían que las curvas quedasen mejor (el corte grande de la curva a 90º era innecesario en este caso) y el labio reducido en el tramo del triángulo también hacía que encajase mejor. Una vez que tuve las grapas preparadas, corté un tramo de lamelunas con la misma longitud que el original: Como tiene un alma metálica, no pude cortarlo con tijeras y tuve que utilizar un cúter, golpeándolo con un martillo a modo de cizalla. Coloqué las grapas con ayuda de un destornillador. Con él las abría para meterlas en el labio del lamelunas y, una vez colocada, giraba el destornillador para sacarlo y, con la grapa cerrada, la empujaba a fondo hasta su sitio: Me guié por las marcas en el lamelunas original para saber dónde debía ir cada grapa: A la hora de montar el lamelunas, no sabía en qué orden hacerlo. Si montaba el lamelunas sin el cristal en su sitio, luego sería complicado meterlo. Si montaba el cristal, poner el lamelunas sería muy complicado. Así que opté por una solución intermedia: metería el cristal en el hueco de la puerta, pero sin girarlo a su posición final. De este modo, tendría espacio para colocar los lamelunas y el cristal sólo tendría que girarse al terminar. Necesité ayuda para volver a meter el cristal en la puerta y encajar el rodillo en el raíl: Con el cristal así colocado, podía montar el lamelunas exterior. No era sencillo, ya que había que alinear las grapas con las ranuras de la puerta e ir presionando cada una para que encajasen. Finalmente pude dejarlo montado: Me llamó mucho la atención que existían huecos muy grandes en la ranura donde va el cristal: Por ahí va a entrar agua y no me parece que sea buena idea. Además, no encontré orificios de drenaje en el fondo de la puerta (más adelanté descubrí que sí los hay). Coloqué los tornillos de sujeción del triángulo de plástico (ya limpios y pintados) y su tapones: Corté un tramo de lamelunas interior tomando como referencia el lamelunas original. Lo hice de manera similar al lamelunas exterior, con un cúter de cuchilla frontal y un martillo: Desmonté las grapas del lamelunas interior original para limpiarlas: En la foto puede verse una de las grapas limpia, junto al resto aún sin limpiar. Una de las grapas se rompió al desmontarla, pero creo que seguirá sirviendo. Su montaje es más sencillo en el lamelunas nuevo, ya que entran con facilidad y no quedan presionando el lamelunas, lo que permite que puedan desplazarse y ajustarlas mejor una vez se monte el lamelunas en la puerta. Tras limpiarlas, les di una capa de pintura negro satinado: Coloqué las grapas en el lamelunas, aunque gracias a que podían desplazarse, podría recolocarlas mejor sobre la puerta: Una vez en el coche, me ayudaron sosteniendo el cristal para poder ir colocando las grapas en su posición y poder apretar cada una en su orificio. Pero no fue sencillo. El propio lamelunas me impedía ver con claridad los orificios y fue un trabajo casi a ciegas. Finalmente lo logré sacando el lamelunas y alineándolo con el borde del marco para poder ver los orificios e ir colocando las grapas. Después metí el lamelunas con cuidado y fui apretando cada grapa para que quedase encajada en su orificio. Entonces llegó el momento de volver a colocar el cristal en posición horizontal. Pero no era posible. El triángulo de plástico impedía que pudiese girar, y el triángulo no se podía sacar de su lugar con los lamelunas montados... Me había equivocado en el orden de montaje. Intenté sacar el lamelunas exterior (que era el que más estorbaba), pero las grapas estaban muy apretadas en sus ranuras. Finalmente, probé a dejar de tirar y presionar el lamelunas hacia dentro, soltándose la grapa más cercana al triángulo. También quité la siguiente: Saqué el triángulo y protegí el borde del marco de la ventanilla para evitar arañarlo con las grapas del lamelunas: Después giré el cristal, encajé el rodillo del alzacristales en el raíl, introduje el cristal por la goma del contorno, lo giré mientras sostenía el alzacristales y lo iba colocando en su posición... En fin, una locura, porque estaba solo y me faltaban manos. Pero lo hice. Una vez colocado el cristal, atornillé el alzacristales, coloqué el triángulo, recoloqué la goma del contorno y volví a encajar las dos grapas del lamelunas: A pesar de que aparentemente todo quedó bien, no es así. El lamelunas exterior quedó algo deformado, creo que porque la segunda grapa no encajó bien, y no pude colocarla mejor: Siguen existiendo demasiados huecos por los que podría entrar agua con facilidad: Creo que podría haber reducido estos huecos si en vez de haber tomado como referencia la longitud de los lamelunas originales, hubiese medido la distancia del hueco de la ventanilla. José Manuel me envió fotos de su R5 en las que se puede ver que las puertas tienen unos orificios en la parte inferior para evitar que se acumule agua en el interior. Comprobé si las de mi coche también los tienen y así es: De todas formas, preferiría evitar que entre agua y luego salga por debajo. Lo suyo sería mantener estanco el interior de la puerta. Y para colmo, el lamelunas interior ha quedado muy suelto. Creo que se debe a la holgura de montaje de las grapas. Esto me sirvió para poder reajustarlas con facilidad, pero hace que no sujeten con fuerza el lamelunas... Antes de montar la cerradura (decidí utilizar las originales y no comprarlas nuevas), tenía que engrasarla muy bien. Para ello, apliqué grasa en todos los puntos de giro o roce: Protegí el pulsador para evitar rozarlo. Una vez engrasada, la cerradura iba muchísimo mejor, casi sin notarse rozamiento alguno. Tenía pendiente limpiar el mecanismo de cierre de la puerta. Utilicé aflojalotodo, que podía introducir a presión. También utilicé un limpiador de carburadores para eliminar la grasa más hacia el interior y de peor acceso. Quedó bastante bien: Engrasé el mecanismo introduciendo grasa por todo el interior y las zonas de roce: Decidí pintar tanto el resbalón como el mecanismo de cierre, ya que son piezas que se quedan a la vista y no tenían un acabado bonito. Como no me quedaba pintura dorada, utilicé gris plata: Coloqué las varillas en la cerradura, comprobando en las fotos del desmontaje cómo iban situadas: Introduje la cerradura en la puerta, para después ir girándola y buscando el hueco donde va situada. Para ello, además, hay que sacar el pulsador por el orificio, teniendo incluso que presionarlo ligeramente: Cuando logré que estuviese en su sitio, me di cuenta de que había dejado las varillas fuera del hueco... De esta manera, era imposible meterlas en el interior de la puerta. Saqué la cerradura y la volví a meter, esta vez metiendo antes las varillas hacia el lado contrario. El pestillo va sujeto mediante tres tornillos, que deben introducirse en los tres orificios de la cerradura: No era sencillo colocar los tornillos y mantener la cerradura alineada, pero finalmente lo logré: Lo malo fue que una de las varillas quedó doblada y no supe muy bien por qué: Resultó que se había quedado girada en el punto de enganche de la cerradura: No fue tan complicado. Simplemente aflojando los tornillos de sujeción de la cerradura, pude recolocar la varilla y que fuese a su sitio, sin tener que desmontar la cerradura. Enganché los extremos de las varillas en la maneta interior de puerta y la atornillé en su lugar: No quise montar las manetas nuevas para evitar que se puedan estropear. Todo esto quería que fuese una prueba con la que practicar para el resto de puertas, y no el montaje definitivo. No monté las grapas intermedias de sujeción de las varillas, y aun así el mecanismo funcionaba perfectamente. Ya sólo quedaba montar el resbalón que va en el chasis, junto con su chapa de reglaje: Y la maneta exterior de la puerta, mediante la tuerca y el tornillo correspondiente: Fui regulando la altura del resbalón para que coincidiese con el cierre, hasta que pude cerrarla: Finalmente, monté la goma de contorno de la puerta: Estuvimos jugando con el resbalón, pero no había manera de dejarlo en el lugar correcto. La puerta cerraba, pero no quedaba enrasada: Incluso desmonté la goma y monté la original, por si ése era el problema. Finalmente, un compañero logró desplazar el resbalón algo más hacia fuera y entonces la puerta quedaba enrasada: Pero no cerraba suave, sino teniendo que dar un buen empujón. Más adelante, comprobé que la puerta tiene algo de juego en la bisagra. Quizás esto haga que no pueda quedar bien.
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    Monté el resbalón de la cerradura del maletero, junto con las placas de regulación, en su lugar: Coloqué la goma de contorno del maletero y la ajusté todo lo posible. Una vez que tenía claro la longitud total, corté la goma sobrante: Uniendo ambos extremos, la goma quedó colocada: Una vez puesta, me di cuenta de que el brazo-resorte que sujeta el maletero abierto, rozaba ligeramente con la goma al abrirlo y cerrarlo. Esto podría solucionarse limando ligeramente el saliente que rozaba. Por otro lado, el maletero, aunque sin cerradura, no cerraba completamente. Revisé todo el contorno y retiré tramos de plástico protector por si era el culpable. Pero no conseguí solucionarlo. Creo que se debía a que la goma era nueva y hacía que el maletero no apoyase bien. Podría solucionarse dejando presionada la goma con el maletero cerrado hasta que ceda un poco, pero no estaba seguro de que fuese a funcionar. Un compañero me comentó que para llevar la goma a su sitio, debe golpearse con un martillo de nylon. De este modo, se introduce más aún en el canto. Efectivamente, tras ir golpeando todo el contorno, la goma se introdujo un par de miilímetros en varios puntos. Aun así, el maletero no acababa de cerrar bien. Seguía pareciendo que algo lo retenía en la zona superior. Decidí dejar cerrado el maletero para comprobar si así, pasado un tiempo, la goma cedía un poco. Para poder cerrarlo, tenía que montar el cierre. A pesar de no montar la cerradura, podría abrirlo, ya que simplemente hay que presionar el cierre a través del agujero donde va montada la misma. Tenía previsto comprar una cerradura nueva para el maletero, y quería cambiar todas las piezas, no sólo el bombín. No es una pieza barata, pero descubrí por casualidad que la vendían en China a un precio muy bajo. ¿Sería de mala calidad? Bueno, quise arriesgarme e hice el pedido. Además, traía un obsequio muy curioso: La cerradura no es que fuese muy suave. Se atascaba ligeramente, aunque nada preocupante. El pulsador es negro, igual que el embellecedor exterior. El pulsador original era metalizado, pero creo que siendo negro también va a juego con el resto de pulsadores, así que tampoco está tan mal. Además, incluye la junta que sirve de ajuste para eliminar la holgura con respecto al orificio donde va montado. Aunque esta junta sobresalía medio milímetro por todo el contorno, por lo que se vería al estar montada (queda entre el embellecedor y la chapa). A la hora de instalarlo, comprobé que no era posible. La pieza de plástico trasera que debe atravesar el hueco en el maletero, no encajaba. Tenía apenas medio milímetro más de grosor. Son las cosas de comprar en China... Comprobé que la original es más pequeña. De todas formas, sigo pensando que aunque la hubiese comprado más cara, hubiese tenido los mismos desperfectos, ya que estas piezas son copias y suelen ser algo diferentes a las originales. Únicamente habría tenido el pulsador metalizado. Por cierto, el obsequio acabó colgando del retrovisor del coche de una compañera, a la que causó sensación y se lo regalé. Intenté intercambiar, entre la cerradura original y la nueva, la pieza de plástico que no cabe por el hueco de la cerradura del maletero. Primero desmonté la pieza de la cerradura original: Me costó bastante trabajo, ya que hay que levantar las tres pestañas que la sujetan, aunque si se hace con maña, pueden ir levantándose una tras otra mientras se empuja la pieza hacia fuera. Después le tocó el turno a la pieza de la cerradura nueva: Con ambas fuera, intenté montar la pieza de la cerradura original en la cerradura nueva, pero sucedió algo que ya me temía: la pieza de la cerradura original no cabe en la cerradura nueva, ya que la otra pieza de plástico también es algo más gruesa. Aquí puede verse la diferencia entre ambas: Así que tendría que utilizar ambas piezas de plástico de la cerradura original y sólo intercambiar el bombín: Limpié las dos piezas de plástico de la cerradura original: Eso sí; la goma nueva podría utilizarla en la pieza de plástico antigua, ya que tenía algo más de grosor y se supone que dejará la cerradura más sujeta en su alojamiento (recuerdo que la cerradura del maletero estaba algo suelta antes de desmontarla): Como se ve, no queda tan mal como en la pieza de la cerradura nueva, donde sobresalía y quedaba estéticamente peor. He ajustado el bombín de la cerradura nueva del maletero para que entrase en la carcasa de plástico. Para ello, repasé su contorno con la piedra de esmeril: También estuve revisando el cierre del maletero. Volví a golpear todo el contorno de la goma por la parte superior para ver si solucionaba algo. También aflojé el brazo de sujeción para intentar recolocarlo, ya que los tornillos permiten cierto ajuste, pero tampoco funcionó. Observé que en las bisagras había un ligero ruido y decidí engrasar los puntos de roce: Quise probar la pintura plateada sobre el pulsador del bombín de la cerradura del maletero original para ver si quedaba bien: Evidentemente, el resultado fue espantoso. Supongo que habría que lijarlo (no lo hice) y el spray tendría que estar en perfecto estado (éste pulverizaba goterones). Así que decidí mantener el pulsador nuevo en color negro. Lo monté en la carcasa de plástico, pero no me gustaba el tacto que tenía. Parecía atascarse y rozaba mucho. Lo engrasé, pero no solucioné el problema. Así que volví a repasar el perímetro, esta vez con el disco de lija de la "dremel": De este modo, logré que dejase de rozar y lo monté en la carcasa original pero con la junta nueva y el contorno de plástico pintado: En principio quedó bastante bien, ajustado y sin holgura. Pero sigo prefiriendo que el pulsador sea cromado. Tenía pendiente darles una capa de pintura de zinc a una serie de tuercas y tornillos de la zona del portón trasero: tuercas de sujeción de los topes del paragolpes trasero, tuercas de sujeción del cierre del portón y tornillos de sujeción de la tapa del motor limpialuneta. También aproveché para pintar los enganches de la goma de sujeción del depósito de refrigerante. El surtidor del lavaluneta que compré tenía una entrada muy pequeña, que no encajaba en el tubo de plástico que lo alimenta, así que tenía que montar otro como el original o adaptarlo. Primero intenté montar de nuevo el original, pero las gomas no se conservaban y no podía montarlo. Opté por adaptarlo. Se me ocurrió cortar el tramo de alimentación de uno original y encajarlo en el surtidor nuevo: Tuve que agrandar un poco, con ayuda de un destornillador de estrella, el diámetro interior del tramo cortado. Quedó bastante bien y decidí montarlo: Coloqué el tubo y puse la tapa con los tornillos ya pintados: También volví a montar el cierre del maletero con las tuercas pintadas:
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    He recuperado las piezas del limpiaparabrisas para montarlo y ponerlo en su lugar en el vano motor. Había algunas piezas que preferí pintar antes de montarlas. Utilicé pintura de zinc: Coloqué las gomas y sus casquillos en la placa soporte del motor: Limpié los restos de fijador de rosca de los tornillos de unión entre placa y motor. Apliqué fijador de roscas y los atornillé. Después coloqué los tornillos de unión entre la placa y el soporte limpiaparabrisas: El montaje del limpiaparabrisas no era muy complicado, aunque tuve que consultar constantemente las fotos del desmontaje para tener claro cómo iba todo. Lo primero fue ordenar las arandelas de cada eje: Engrasé los ejes y monté las piezas en orden según las fotos de archivo: Para sujetar la pieza que abraza a cada eje, hay que atornillar por detrás un par de tornillos de difícil acceso: Hay que ir jugando con el mecanismo de los brazos para introducir el vaso (7mm) y poder atornillarlos. Una vez puestos, un compañero me ayudó a colocar el mecanismo en el coche. No era tan fácil, ya que había que tener mucho cuidado de no arañar nada. El mecanismo entra por detrás del soporte del cierre del capó y deben salir ambos ejes por sus respectivos orificios. Colocamos las gomas, arandelas y tuercas de cada eje para sujetar el conjunto: El soporte va sujeto mediante dos tuercas a unos espárragos fijos en el fondo del vano motor. Esas tuercas no las encontré, así que utilicé las de los brazos limpiaparabrisas, que son iguales. Además, coloqué una grapa de sujeción del conector y lo conecté al cableado del coche: Accioné el mando limpiaparabrisas para comprobar que funcionaban la velocidad lenta, la velocidad rápida y la función de barrido simple. También coloqué una grapa que sujeta el mazo de cables contra el soporte: Recuperé los surtidores, junto con otras piezas que compré en su día, y me llevé una decepción: Resulta que los surtidores no eran nuevos: Estaban dañados, con señales de haber sido desmontados. Por lo tanto, no iba a montarlos. Para eso, montaría los originales. Tendré que buscar otros nuevos. También comprobé que los topes de goma para el capó estaban dañados: En comparación con los originales (a la izquierda), estaban peor. Además, los originales no estaban tan mal, así que los reutilizaría tras limpiarlos. Coloqué las grapas que van en el borde del vano motor para sujetar los tubos del lavaparabrisas, así como la T nueva: Corté el tubo principal para que quedase ajustado y lo coloqué en la entrada de la T. También corté dos tramos y los coloqué en las salidas. Estos tubos van sujetos en sendas grapas: Había comprado una válvula antirretorno, que monté poco antes de la llegada del tubo principal a la T. Lo corté y la intercalé, teniendo en cuenta su sentido de montaje: Corté el tramo de goma protectora para el cierre del capó y lo coloqué a lo largo del borde: Y con esto ya tenía otra cosita más terminada en el vano motor: En el vano motor existe un hueco por el que se accede al hueco de ventilación que hay bajo el salpicadero desde el lado del copiloto. Este hueco va tapado mediante una tapa de plástico, que fue una de las primeras piezas que desmonté: El problema era que tenía una zona deteriorada debido a los roedores: Decidí intentar repararla con el mismo método de la caja de calefacción, es decir, utilizando plástico fundido para añadir material y rellenar los desperfectos. Como parecía que el plástico de la tapa era similar al de la caja de calefacción, corté un trozo de la caja original que está inservible: Limpié la tapa a fondo, ya que aparte de la propia suciedad, existían restos de una especie de formador de juntas por todo el contorno de unión a la carrocería. Una vez limpia, podía comenzar a repararla: Fui derritiendo plástico del trozo que había recortado sobre la zona a reparar con ayuda de un soldador: Quedó mucho mejor de lo que esperaba, ya que con el propio soldador pude ir alisando la zona y no quedó tan basta como creía. También reparé un desperfecto en otra zona: Lo siguiente era lijar el plástico que había añadido. Utilicé lija de grano grueso (240): Se puede apreciar que en algunos puntos faltaba material. Podría haber vuelto a añadir material, pero no creí que mereciese la pena. También lijé y limpié todo el contorno de la pieza que va unido al contorno del hueco en el vano, y que tenía restos de formador de juntas: Maticé toda la superficie con estropajo verde: Y pinté la parte exterior con spray negro satinado: Si nos fijamos en las zonas reparadas, se ven desperfectos: Pero, para mi gusto, ha quedado estupendamente. En la zona del vano motor donde va montada la tapa, descubrí que quedaban restos del sellante original: Tenía intención de retirarlos, pero después pensé que sería mejor dejarlos, ya que era un sellante blando que podría servir como soporte para el sellante nuevo. Coloqué la grapa superior de la tapa y el espárrago que va con tuerca enjaulada en el vano: Apliqué un sellador de la marca Kraft que compré para los plásticos de las puertas, pero que no es adecuado para ese fin. Lo malo es que era de color blanco, y quedaría más discreto en negro. Procuré colocar el cordón hacia el interior para que no sobresaliese mucho: Puse bastante cantidad porque, al presentar la tapa, vi que no asentaba bien y quedaban grandes huecos entre la tapa y el vano. La coloqué con mucho cuidado para no dejar restos de sellador por ninguna parte y apreté la tuerca y el tornillo de la zona inferior: Después coloqué el tornillo de la zona superior: Ha quedado bastante bien, aunque tengo mis dudas acerca de si está totalmente estanca. Quizás repase los bordes con sellador negro si tengo oportunidad.
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    Compré un par de botes de spray para pintar las molduras y los paragolpes. Lo ideal sería ponerlo todo nuevo, ya que estos plásticos están bastante deteriorados por el paso del tiempo. Paragolpes pueden conseguirse nuevos, pero las molduras es imposible. Esas molduras sólo las montaron un determinado tipo de R5 que, además, no se vendió en España. El color que suele venderse para pintar paragolpes es negro o gris texturado, para que la superficie no quede lisa, ya que los paragolpes de plástico tienen cierta rugosidad. Sin embargo, yo he comprado un color específico: Pierre a fusil, o Gun Metal en inglés. Es un gris acero más parecido al color original, y el que utiliza Renault en sus paragolpes de plástico. Recuperé la moldura de la puerta trasera derecha para limpiarla, pintarla y montarla: Sin embargo, antes de montarla tendría que poner los remaches a los que van sujetas las grapas en la parte exterior de la puerta. Estos remaches se cortaron cuando se realizaron los trabajos de chapa. Quise saber cuántos debía poner y descubrí que faltaban dos, pero los orificios no estaban tapados, así que sólo había que colocarlos (yo pensaba que también tendría que hacer los taladros): Tras limpiar la moldura, pensé que sería mejor realizar la prueba de pintura en una moldura más pequeña, por si el resultado no era bueno. Así que recuperé la moldura trasera derecha y la limpié y desengrasé con disolvente: Probé el nuevo spray que había comprado y le di una capa: El resultado fue horroroso. Este color era más bien un gris plateado, nada que ver con el color original de las molduras, así que tendría que buscar otro color. He averiguado que este color es el que utiliza Renault en modelos más modernos y que, efectivamente, es un gris más claro y brillante. Hice un pedido de un par de botes de spray de pintura negro satinado, para pintar piezas de plástico o de metal que deba tener brillo. Además, compré un bote de pintura negra brillante y otro de pintura gris claro mate para las molduras y parachoques: Probé la pintura gris en una de las molduras, pero esta vez por la parte de atrás: Como puede verse, tampoco éste es el tono de la moldura. A pesar de que yo quería evitar un tono oscuro, parece que el gris es más oscuro que claro. Compré un tercer tipo de pintura para las molduras y paragolpes. Se trata de una pintura texturada de color gris oscuro: Aproveché para comprar también pintura de zinc. Probé la pintura y me gustó el tono, así que pinté la moldura al completo: Días después, recuperé las molduras más pequeñas y las limpié antes de pintarlas: También preparé los tapones de los tornillos: Apliqué una primera capa de pintura, pero el spray comenzó a fallar... Ya empiezo a desesperarme con los problemas que dan los spray. No lo entiendo. En este caso se trata de una marca diferente a la que suelo utilizar, así que el problema debe ser la temperatura o algo similar. Reconozco que las molduras no quedaron tan mal, pero les haría falta otra capa para dejar un color más homogéneo y eliminar ciertas imperfecciones. Los tapones sí que pude pintarlos: Debido a que el spray que compré me gustó mucho y a que ya había comenzado a pintar con él las molduras, me vi obligado a volver a comprar más, a pesar de que me decepcionó mucho que se estropease sin apenas utilizarlo. Compré dos botes de spray y lo que haría sería preparar las piezas y pintarlas todas juntas para aprovechar al máximo el spray en su primer uso, evitando dejarlo sin usar para que no falle. Al fin, un día me decidí a realizar a una tarea que llevaba tiempo planteándome y no sabía cómo iba a resultar: pintar el paragolpes delantero original. La idea era comprar uno nuevo, pero es una pieza cara y, además, los que se venden suelen ser paragolpes reparados o copias que no son fieles al original. Pintarlo no parecía una buena opción, pero no tenía nada que perder. El precio de un bote de spray no es dinero si quedaba bien. Lo primero fue limpiarlo con una bayeta, agua y lavavajillas, para retirar suciedad y grasa. Después lo fui repasando por todas partes con estropajo verde para dejar la superficie algo matizada: No se apreciaba mucha diferencia entre el antes y el después. Hay que tener en cuenta que el paragolpes tenía, sobre todo, desgaste por el sol y rozaduras en diferentes sitios. Lo limpié con disolvente y lo apoyé en una mesa para tener acceso a todas las zonas: También preparé las molduras que no pude terminar de limpiar la última vez, así como la moldura grande que había limpiado otro día: Gasté prácticamente un bote de pintura de parachoques color gris, ya que le di una primera capa al paragolpes, repasé las molduras, pinté la moldura grande y continué dando capas al paragolpes hasta que apenas quedó pintura en el bote. Aun así, había zonas que no quedaron bien cubiertas, por más que insistía en ellas. Las molduras quedaron igual de bien que la primera que pinté: El paragolpes no quedó perfecto, pero sí se puede decir que el acabado era más que decente: Y si lo comparamos con su estado original: Pensé que podría montarlo y quedaría bastante bien. Más adelante puedo plantearme comprar uno nuevo.
  23. bertor78

    Restauración de Renault 5 Automatic

    🤣🤣🤣 No sabía yo que había tanta expectación!!! La verdad es que he hecho varias cosas, pero me gusta ponerlo cuando está más o menos terminado. Y no he terminado nada 100%. Espero escribir novedades pronto!
  24. bertor78

    Restauración de Renault 5 Automatic

    Lo del termorretráctil lo pensé, pero me parecía un material más débil que la cinta aislante. Como ya se sabe, el problema de la cinta aislante es que comience a despegarse por un extremo. La zona más delicada sería la del vano motor y ahí podré verlo si sucede. También puedo añadir termorretráctil en los extremos para fijar esos puntos más delicados. Gracias por el consejo.
  25. bertor78

    Restauración de Renault 5 Automatic

    Ya en su momento intenté el montaje del radiador en el interior de la caja de calefacción. Este modelo, al ser copia del original, lleva un marco metálico que no logré colocar de manera que las dos piezas de la caja pudiesen encajar y cerrar correctamente: Estuve analizando cómo deben encajar las piezas y resulta que al fondo de la caja hay unos salientes que hacen que el radiador encaje perfectamente, pero el marco, choca con unos salientes y no baja lo suficiente: Tras un rato dándole vueltas a cómo montarlo correctamente, decidí que lo mejor sería o bien cortar los salientes, o bien abrir unos huecos en el marco para salvar los salientes. Opté por esto último. Marqué las zonas donde debía cortar: Utilicé la "dremel" para hacer los cortes y retiré los recortes con unos alicates: Repasé los bordes con una piedra: Sin embargo, cuando lo volví a montar, tampoco encajaba: Y es que toda la zona inferior del marco impedía que bajase lo suficiente para poder cerrar las piezas de la caja. Así que probé a doblar la lengüeta para evitar que chocase. Lo hice en un tornillo de banco, golpeando con un martillo: Cuando la coloqué en su lugar, seguía sin bajar lo suficiente. Sólo me quedaba cortarla. Corté la chapa inferior del marco metálico y probé si encajaba mejor el conjunto: Pero el marco seguía sin bajar lo suficiente. Ahora lo impedía el tramo transversal inferior. Así que lo corté y probé de nuevo: Y esta vez sí que encajaba todo en su sitio, pudiendo cerrar ambas piezas de la caja: En realidad, nunca llegaba a encajar las piezas, ya que liberar las pestañas es bastante complicado, pero me aseguraba de que la caja podría cerrarse. Con el radiador se incluía una banda de material aislante, que supuse iba colocado en el contorno del marco para eliminar la holgura existente: Colocarla era muy sencillo, gracias a que era autoadhesiva. Corté el trozo de sobra que iría en el lateral que corté: El marco entonces quedaba con menor holgura, aunque seguía existiendo una pequeña ranura sin sellar que no creo que vaya a tener mayor importancia: Entonces llegó el momento de cerrar definitivamente la caja, encajando las diferentes pestañas: En la boca de salida de aire, seguía existiendo la zona rota que pegué en su momento pero que se despegó en el primer intento de montaje del radiador: Pensé que no sería fácil cerrarla, ya que ambas piezas quedan muy alejadas entre sí, además de no estar alineadas: Y, para colmo, descubrí otro desperfecto: En una de las esquinas faltaba un trozo de plástico. Este marco sirve de soporte para una goma que cierra la unión con el hueco hacia el habitáculo, pero no creo que afecte a su sujeción. Para montar el grifo nuevo de calefacción, necesitaba recuperar algunas piezas del original: Necesitaba los tornillos de sujeción con sus arandelas y una grapa de sujeción del cable de accionamiento. Al pensar que la unión entre el grifo y el radiador necesitaría algún tipo de junta, descubrí que existía una junta de goma en el grifo original y quise recuperarla: Logré sacarla con ayuda de un cúter y un clip. Además de dañarla ligeramente, estaba bastante deteriorada. Tomé medidas para buscar una junta similar. Yo pensaba colocar una junta redonda y plana, pero después caí en la cuenta de que si montaba algo así, no haría ninguna estanqueidad... Así que busqué una junta tórica del mismo diámetro, ya que seguramente la original sería así, pero con el tiempo había quedado deformada y aplanada. La monté en el alojamiento del grifo: El radiador nuevo traía un par de tuercas cuadradas que son necesarias para atornillar el grifo. Van colocadas en unas ranuras a ambos lados de la boca de unión con el grifo: Así pude montar el grifo en su lugar, teniendo en cuenta su posición correcta, con el tubo hacia la parte inferior de la caja (y no al contrario): También coloqué la grapa de sujeción del cable bowden de accionamiento: Y la caja de calefacción quedó lista para montarla: Los cables de calefacción tenían algunas zonas con la funda de plástico deteriorada, lo que había hecho que se oxidase la funda metálica: Retiré toda la funda de plástico, cortándola con un cúter a lo largo del cable. El cable se movía con dificultad debido a los restos de óxido que había en el interior. Estuve limpiándolo introduciendo limpiador en spray desde ambos extremos y agitando el cable para que fuese saliendo la suciedad. También limpié la parte exterior de la funda metálica con cepillo metálico. Soplé el interior con aire a presión y engrasé el cable con grasa en spray: Para volver a proteger el cable, utilicé cinta aislante a modo de funda de plástico: También limpié la pieza de goma y de plástico que sirven de pasamuros: El cable quedó bastante bien, tanto de aspecto como de funcionamiento, deslizando de modo bastante suave. Sobre la espuma adhesiva de 10mm que había comprado, tracé un rectángulo con las dimensiones exteriores del marco de la salida de aire de la caja de calefacción y lo recorté con tijeras: El corte no quedó muy limpio, la verdad. Tracé el rectángulo interior según las dimensiones y esta vez lo recorté utilizando el cúter: Sin embargo, el corte no llegaba hasta el fondo, así que lo repasé con el cúter de hoja frontal, golpeando hacia abajo y avanzando poco a poco: El corte quedaba algo más limpio: Al presentarla, descubrí que las dimensiones no eran las adecuadas (no era un rectángulo regular): Tendría que hacer un par de cortes para reajustarla. Antes de montar la junta en la caja de calefacción, quería reparar la parte que estaba rota, pero dejándola más resistente que la otra vez. Para ello, tendría que aportar material, ya que existía un hueco grande. Corté un trozo de plástico de la caja original: Protegí la parte trasera del hueco a rellenar con cinta de carrocero, que serviría de soporte: Con ayuda del soldador, fui derritiendo el trozo de plástico y aportando material hasta cerrar el hueco: Coloqué la junta, realizando varios cortes para ajustarla mejor: Y coloqué un trozo de papel en la zona del adhesivo que quedaba en la esquina del marco que estaba rota. No me convencía del todo el resultado... El otro cable de calefacción lo reparé de manera similar al primero. Retiré la funda de plástico: Limpié el óxido interior y exterior de la funda metálica. En este caso, el cable presentaba una ligera doblez en un punto que dificultaba el deslizamiento: Lo engrasé y parece que no iba mal. Ya en casa, aprovechando que tenía que encintar el cable del velocímetro, lo encinté: Volví a realizar la junta de la caja de calefacción, esta vez ajustando mejor las medidas y realizando mejor los cortes: A pesar de que no pensaba que fuese necesario, decidí reparar la esquina del marco de la caja de calefacción. Para ello, corté una esquina del marco de la caja de calefacción original: Lo presenté, comprobando que tenía que ajustarlo retirando material: Retiré los bordes interiores que sobraban con ayuda de la "dremel" y el disco de lija: Sobre el trozo de plástico que iba a utilizar, tracé la forma que debía tener en ambos extremos para que encajase en el hueco correspondiente, y lo recorté con la "dremel": Con el disco de lija de la "dremel", fui ajustando los bordes hasta que encajó lo mejor posible: Entonces lo fijé con cinta de carrocero y soldé la parte central con plástico procedente de la caja original: Después fui soldando el resto de la unión, tanto por delante como por detrás: Repasé la zona con el disco de lija para dejarlo mejor acabado: Retiré la primera junta que hice y coloqué la segunda: Me fui al coche para presentar la caja en su lugar de montaje: De este modo, aprendí cómo colocarla. El enganche metálico va como aparece en la foto, y hay que presionar hacia el borde del vano motor para que empuje la caja contra la boca de ventilación y quede la junta comprimida en su lugar. El conector eléctrico quedaba un poco retirado del cable de conexión, pero ajustando un poco el cable pude llevarlo más cerca y creo que podré conectarlo: Aunque, antes de montar la caja, hay otras cosas que solucionar.
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